
Todo comienza con un gran pliego de papel. Cincuenta horas más tarde es la detallada figura de un samurai de 20 cm de altura. Y lo mejor del asunto es que el artista finlandés Juho Könkkölä no rasga ni corta el papel en ningún momento. Tan solo usa una pizca de agua para fijar algunas partes.
Este vídeo detalla el proceso en unos pocos minutos. Lo primero que Könkkölä hace es doblar el papel una y otra vez hasta formar una espwecie de trama de dobleces muy precisos. Con esa trama “dibujada” sobre el pliego procede a hacer su magia.
Poco a poco, Könkkölä va colapsando el pliego hasta que afloran los primeros detalles de una figura humanoide. Con ayuda de pinzas, va sujetando cada sección mientras trabaja en los detalles de otra. De vez en cuando moja con un pincel empapado en agua una parte y la seca con un secador para dejarla rígida.
Sinceramente por mi podría usar pegamento, masilla, y toda una caja de herramientas. La idea de obtener una figura así a partir de un papel me sigue pareciendo absoluta brujería. Eso y un talento extraordinario. [vía Laughing Squid]