
Algunos miembros del equipo de investigadores que han rastreado lo ocurrido aún se preguntan si existe un error. Un joven zorro ártico (Vulpes lagopus) ha caminado a través del hielo de Noruega a Canadá en un épico viaje de 3.506 kilómetros en un tiempo récord: tan solo 76 días.
Veámoslo con otros datos para entender la magnitud de lo conseguido por el animal. En menos de tres meses, el zorro llegó a Canadá con un promedio de casi 50 kilómetros, y según los datos del estudio, en ocasiones llegó a avanzar alrededor de 160 kilómetros.
Para ello, un equipo de investigadores del Instituto Polar de Noruega utilizaron un rastreador GPS conectado a un collar para seguir al animal cuando abandonó el Archipiélago de Svalbard el 26 de marzo de 2018 y llegó a la isla de Ellesmere en Nunavut, Canadá, algo más de dos meses después.
El resultado fue ese alucinante viaje en solo 76 días. Esta epopeya ha aparecido esta semana en la revista Polar Research, donde los investigadores escriben que es “uno de los eventos de dispersión más largos jamás registrados por un zorro ártico”. También es la tasa de movimiento más rápida registrada para esta especie, 1,4 veces más rápida que la del poseedor de registros anterior, un adulto macho que fue rastreado en Alaska.
Desafortunadamente, el collar GPS dejó de funcionar el 6 de febrero de 2019, por lo que el equipo ya no sabe dónde está el intrépido zorro. Sin embargo, lograron reunir suficientes datos en el transcurso de 2018 para detallar su increíble caminata en el Ártico. Según Eva Fuglei, autora del estudio del Instituto Polar de Noruega:
Al principio no creíamos que fuera cierto. ¿Se podría haber encontrado al zorro muerto y luego a bordo de un bote? Pero no, no hay botes que suban tanto en el hielo, así que tuvimos que seguir con la idea que todo lo hizo el zorro.
El estudio señala que ahora el animal tendrá que adaptarse a grandes cambios en la dieta tras su llegada al Ártico canadiense, ya que la población tiende a comer lemmings y pequeños mamíferos, en lugar de la dieta marina que comen en Svalbard.
Una historia que, como explica el equipo de Fuglei, también revela la importancia de abordar los efectos del cambio climático. El hielo es vital para que los zorros y otras criaturas se aventuren alrededor del Ártico y entre los continentes. De hecho, los zorros árticos ya han quedado aislados en Islandia debido a la desaparición del hielo polar y, si las cosas continúan como indican los estudios, la población en Svalbard también podría quedar completamente aislada. [ScienceAlert]