La situación es más grave de lo que parece, ya que los animales están actuando de forma muy agresiva. Por esta razón, el Servicio de Parques Nacionales, el Departamento de Pesca y Vida Salvaje de Washington y el Servicio Forestal Nacional han elaborado un plan para deshacerse del problema de las cabras.

Advertisement
Advertisement

Este consiste en capturar aproximadamente la mitad de los 700 animales que hay en la zona y transportarlos de manera segura a las montañas de North Cascade, donde son una especie nativa. Según la investigadora Ruth Milner:

La jugada es perfecta. El Parque Nacional necesita las cabras fuera de la zona y en North Cascade han visto una disminución reciente en sus números de cabras de montaña, por lo que la esperanza moviendo las cabras a la zona pueda ayudar a compensar la disminución de los números.

Lo cierto es que las cabras no nativas llegaron por primera vez al área antes de que oficialmente fuera un parque nacional. En la década de 1920, un grupo de cazadores de Columbia Británica y Alaska trajeron una docena de los animales y desde entonces se han multiplicado en centenares.

Advertisement

Ahora la población ronda los 700. Los equipos esperan poder reubicar al menos a la mitad, aunque desafortunadamente, las que no se puedan serán sacrificadas.

El plan que se está siguiendo pasa por varias fases. Los animales primero se sedan, luego son transportados en helicóptero y se introducen en unas camionetas para llevarlas a una zona donde se les realiza una amplia gama de pruebas.

Advertisement

Luego, cada animal va equipado con collares de rastreo por GPS, se vuelven a cargar y se conducen a través de un vehículo refrigerado a North Cascade. En total, los animales viajarán en helicóptero, varios vehículos especiales y un ferry en el viaje a su destino final.

Y sí, parece contradictorio eliminar a las cabras de montaña de las montañas, pero en este caso, es clave para la supervivencia tanto del parque nacional como de los propios animales. [Motherboard]