Para que sea un skateboard auténtico debe poder manejarse inclinando el peso corporal, lo que es todo un reto cuando en vez de ruedas tienes dos grandes cintas de oruga. Miranda ha resuelto el problema mediante una tabla estabilizada que permite un cierto grado de inclinación. Esa inclinación es la que mueve un eje que dirige el tren delantero a derecha o izquierda. Probablemente no sea un vehículo ideal para ir al trabajo a diario, pero luce terriblemente divertido y su diseño es todo un prodigio de ingenio.

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