Si aún no has visto Rogue One, vete de aquí o serás spoileado sin piedad con esa clase de spoilers que te pueden reventar a fondo la película. No es broma. Si ya las has visto probablemente tengas ganas de hablar con alguien de ESO, y de AQUELLO y de ¡DIOS MIO ESO OTRO! ¡Bienvenido!
Comienzan los spoilers sin compasión. El que avisa no es traidor. En serio. Esta película tiene muchos datos que no querrás saber antes de verla.
Rogue One tiene una particularidad que es digna de elogio. Logra sorprender al espectador con una historia de la que, supuestamente, conoces el final. A mi personalmente me ha dejado en estado de shock porque no me esperaba que fueran tan bestias como para hacer lo que han hecho con todos los protagonistas.
La muerte de Saw Guerrera es casi hasta previsible. La de Galen Erso también, y te repatingas a gusto en la butaca de cine pensando: “Ok, ya está, ya han cubierto su cuota de muertes”.
Entonces es cuando matan a Chirrut Imwe y enarcas una ceja pensando: “¡Vaya! ese personaje me gustaba mucho”. Cuando apenas te estás recuperando de eso cae Baze Malbus, acribillan a K2-SO y empiezas a removerte nervioso en el asiento. ¿Qué demonios está pasando aquí?
Bienvenido a la versión galáctica de Apocalipsis Now.
Rogue One no es una película de Star Wars al uso. El personaje más simpático es un robot de dos metros de altura con algo parecido al asperger, y el resto están destrozados psicológicamente por la guerra. Estamos en una película bélica pura y dura, y en las guerras muere gente. Mucha gente.
Otra de las cosas que me han encantado de Rogue One es que por fin ofrece una explicación a por qué un arma supuestamente perfecta como la Estrella de la Muerte tiene un fallo tan idiota como para que un solo piloto hábil pueda destruirla. La idea del sabotaje interno me ha parecido muy coherente con el resto de la saga.
La primera parte de la película me resultó un poco falta de ritmo, pero hay que reconocer que cuando empieza a acelerar ya no para, y vives la segunda parte con el corazón en un puño. Lo mismo ocurre con la banda sonora, un poco floja al principio. Por lo demás, el film lo tiene todo: combates espaciales espectaculares, peleas en tierra impresionantes y un abanico de interpretaciones que no están nada mal.
También resulta curioso que la película tiene dos actores recreados completamente mediante CGI, pero apenas se noten. Fui al cine con dos amigos que no sabían que Grand Moff Tarkin era digital y tardaron mucho en darse cuenta. Leia es más evidente porque todos la conocemos, pero su aparición está bastante lograda.
En cuanto a Vader, la escena final en la que aparece es épica, pero a las anteriores les falta algo. No se muy bien qué es. Incluso con la voz original de James Earl Jones, al villano de la saga por antonomasia le falta convicción. No faltan tampoco los momentos un poco absurdos (¿En serio archivan los discos duros de esa forma en el Imperio?), pero se le perdonan porque, en mi humilde opinión, Rogue One sienta las bases para un universo cinematográfico maduro y dirigido a un público que hace ya tiempo superó los 15 años. En muchos sentidos es mejor que The Force Awakens, comenzando por el guión. Por supuesto, me dejo cientos de detalles en el tintero y no todos opinaréis igual. ¿Qué os ha parecido a vosotros?