En los torneos tradicionales de Taekwondo hay varias maneras de hacer puntos, pero todas ellas giran alrededor de la idea de lograr tocar el cuerpo de nuestro contrincante con nuestros golpes. Los participantes en torneos profesionales o de alto nivel a menudo llevan chalecos e indumentaria que registra estos movimientos y los convierte en puntos. El método no está exento de polémica porque los sensores registran hasta el más mínimo contacto cuando no siempre puede considerarse como ataque. Algunos jueces consideran que este tipo de sistemas van en detrimento de las técnicas defensivas del Taekwondo tradicional y convierten el deporte en un festival de a ver quién toca más al otro que algunos llaman despectivamente esgrima con los pies.

En este sentido, los beneficios de esta nueva aproximación tipo videojuego son dobles. Por un lado vuelve a hacer énfasis en las técnicas tradicionales al incorporar sensores que no solo detectan si hay contacto o no, sino la potencia de este como ataque. En segundo lugar, hacen que los combates sean mucho más fáciles de seguir para el público, y por tanto más emocionantes. Es posible que los asistentes a estos torneos no entiendan las complejidades de cada golpe o finta, pero los componentes de videojuego son algo que cualquiera puede entender y disfrutar.

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Según el periódico Yonhap News, la Asociación Koreana de Taekwondo se propone mostrar la efectividad de esta nueva tecnología mediante diferentes exhibiciones, pero aún no se ha convertido en parte del reglamento oficial para competiciones ni mucho menos. De momento es una propuesta, pero el atractivo del sistema, al menos para un profano como yo, es innegable. (h/t Bears)