
La Anycubic Kobra es probablemente una de las mejores impresoras para iniciarse en el mundo de la impresión 3D. ¿Se puede mejorar? Sí, se puede mejorar bajándole el precio más de 100 euros a cambio de una sola cosa: tienes que montarla tú mismo. El resultado se llama Anykubic Kobra Go.
Normalmente las impresoras 3D de filamento vienen preensambladas. Esto quiere decir que requieren un montaje mínimo para funcionar. En la mayor parte de los casos esto significa atornillar el arco que sujeta el cabezal de la impresora a la base y conectar un par de cables. La Kobra Go viene mucho más despiezada hasta el punto de que tienes que instalar tú mismo cosas como la pantalla de control, los motores o el bastidor sobre el que se mueve el cabezal.


El proceso completo lleva aproximadamente dos horas desde que abres la caja hasta que comienzas a imprimir tu primera pieza. Anycubic ha logrado hacer que el montaje no sea para nada tedioso ni complicado. Las instrucciones en papel son clarísimas, hay un vídeo oficial (bajo estas líneas) que te enseña el proceso paso a paso, y hasta han numerado las bolsitas con los diferentes tornillos para que no te pierdas. Ni siquiera es posible instalar una pieza al revés, como en los muebles de Ikea, porque los componentes básicamente solo encajan en un sentido. Lo peor que te puede pasar es que te olvides de apartar un cable y luego tengas que desmontar parte de la impresora porque ha quedado atrapado (me ha pasado a mí).
Obligar al comprador a montar la impresora tiene dos grandes ventajas. La primera es que la caja en la que viene es mucho más pequeña, lo que permite precisamente bajar los costes del aparato y venderlo más barato. A nivel técnico, la impresora solo tiene dos ausencias importantes respecto a la Anycubic Kobra original. La primera es que en lugar de una pantalla táctil tiene una pantalla normal de 2,5 pulgadas. Para navegar por los menús hay que usar un dial con un único botón. Personalmente lo prefiero porque es más rápido que algunas pantallas táctiles.
La segunda ausencia respecto a la Kobra es que la Kobra Go cambia el sistema de alimentación directa de filamento por un extrusor tipo Bowden. La diferencia entre ambos sistemas es la ubicación del motor que mueve el filamento, y aún hoy hay debate sobre cuál es mejor (cada uno tiene sus ventajas e inconvenicntes). Por resumirlo, el extrusor directo es mejor imprimiendo con filamentos elásticos. Por lo demás, no vas a notar ninguna diferencia, sobre todo si es tu primera impresora. La Kobra Go funciona en un rango máximo de temperaturas de 260º Celsius para la boquilla, y de 110º Celsius para la cama, y puede imprimir en PLA (el material más habitual para principiantes), ABS, PETG y TPU. Si quieres saber más sobre impresión 3D o sus materiales te recomendamos nuestros especiales sobre filamento y resina.

Nivelado automático y cama magnética
Lo que sí conserva la Kobra Go es el sistema de nivelación automático de la cama, que en este caso es de 25 puntos y funciona a las mil maravillas. Es calibrarlo una vez y olvidarte. Otra cosa que sí trae es una lámina metálica revestida de PEI sobre la cama. Esa lámina tiene una adherencia fuera de serie y además hace que extraer las piezas sea una delicia. Solo hay que separar la lámina y doblarla un poco. Olvídate de la espátula.
La segunda ventaja de tener que montar tú mismo la impresora es didáctica. Aunque compres una impresora 3D que venga casi completamente montada, tarde o temprano vas a tener que hacer ajustes o cambiar algún componente que se va desgastando. Pasar por el proceso de montaje es estupendo para aprender cómo funciona cada componente, dónde va situado y cómo se desmonta en caso necesario.

Imprimiendo con la Anycubic Kobra Go
Una vez montada, la Kobra Go es rápida y silenciosa. La mayor fuente de ruido proviene del ventilador de la fuente de alimentación (unos 48 decibelios), pero los motores son increíblemente silenciosos. Puestos a mejorar, me gustaría que la pantalla mostrara algo más de información durante el proceso de impresión (el porcentaje restante en la barra de progreso hubiera sido ideal), pero son detalles nimios que no logran quitar lustre a una impresora sólida que encima sale terriblemente barata (229 euros frente a los 349 de la Anykubic Kobra normal y 269 de la nueva Kobra Neo).
El volumen de impresión de la Kobra Go es de 25x22x22cm, que es más de lo que la mayor parte de aficionados necesitan. La máquina mide solo 49x44,5x43cm. En otras palabras, ocupa muy poco espacio en la mesa.

La calidad de impresión de la Cobra Go es simplemente fantástica. La figura de prueba del búho que ya es símbolo de las Anycubic se imprimió sin un solo defecto. Las líneas de impresión, obviamente, estaban ahí, pero no había deformaciones, pelos (stringing), ni filamento colgante ni siquiera en las partes más comprometidas. En ese sentido la Kobra Go está a la altura que las demás impresoras de filamento de Anycubic, que son fantásticas.
Comenzaba este artículo diciendo que la Kobra Go es una impresora ideal para principiantes que deseen aprender cómo funciona una impresora 3D y comenzar a imprimir sus propias piezas. Sin embargo, la calidad de impresión de la Go y su precio la hacen también muy interesante para usuarios avanzados que quieran hacerse con varias impresoras para montarse su propia granja de impresión. En definitiva, una pequeña gran impresora 3D mucho más potente de lo que su precio da a entender.