En esta vida hay muchas escalas de las que probablemente nunca habrás oído hablar. Te presentamos uno de esos ignotos sistemas de medición. Se llama Escala de cielo oscuro de Bortle y mide el brillo reflejado en el cielo nocturno, o sea, la contaminación lúmínica.
En esa escala, 1 es el cielo perfecto para un astrónomo, un fondo tan negro que es posible ver la luz zodiacal, el brillo Gegenschein (la luz del sol reflejada por el polvo interplanetario) y, por supuesto, la vía láctea. La oscuridad es tan plena que las constelaciones de Escorpión y Sagitario proyectan sombras en el suelo.
A medida que nos acercamos a los núcleos de población, la escala va eliminando la cantidad de fenómenos astronómicos que podemos ver. Los niveles 3 y 4 corresponden al cielo rural, donde la contaminación lumínica solo se aprecia en el horizonte y todavía hay cientos de estrellas visibles de las que disfrutar.
A nivel 6 (áreas exteriores de las grandes ciudades) el cielo ya luce anaranjado. La galaxia M33 o galaxia del triángulo, que era visible en los niveles anteriores, aquí sólo se aprecia si la noche es especialmente buena y con binoculares.
Finalmente llegamos a los niveles 8 y 9 de la escala de Bortle. Bienvenidos al centro de la gran ciudad. El cielo luce blanquecino y apenas hay estrellas visibles. Tan solo se pueden ver algunos planetas y cúmulos estelares especialmente brillantes, como las Pléyades. Este vídeo de Sriram Murali hace un recorrido por todo esos niveles en el que las diferencias son aún más apreciables.
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