
A las pocas horas de comenzar un viaje de 12 años hacia los asteroides troyanos de Júpiter, la nave espacial Lucy se topó con un problema. Uno de sus paneles solares se negaba a abrirse por completo y los controladores de la misión han estado trabajando en ello desde entonces. Sin embargo, por fin tenemos buenas noticias, el equipo de la misión parece haber logrado grandes avances.
Desde que Lucy saltó al espacio en octubre de 2021, los ingenieros de la NASA han estado intentando desatrancar uno de los paneles solares de la nave espacial. Después de siete intentos, la matriz solar ha conseguido alcanzar entre 353 y 357 grados de apertura frente a los 360 grados que debería ocupar originalmente. No es capaz de completar un círculo perfecto, pero la NASA dice que esto será lo suficientemente bueno como para que Lucy continúe su misión.
La misión de Lucy es explorar los asteroides troyanos, dos grupos de cuerpos rocosos que siguen a Júpiter en su órbita alrededor del Sol. Para sobrevivir a su largo viaje por el espacio, Lucy está equipada con dos enormes paneles solares de 7 metros cada uno. Los paneles viajaron junto a Lucy en un cohete Atlas V y fueron diseñados para desplegarse más tarde como si de un abanico se tratase. Sin embargo, durante la fase de despliegue, uno de los paneles solares de Lucy se atascó al llegar a 347 grados. Eso dejó a los responsables de la misión preocupados por si la matriz se dañaba aún más cuando la nave espacial fuese a encender su motor principal.
“Tenemos un equipo increíblemente talentoso, pero era importante darles tiempo para descubrir qué había sucedido y cómo avanzar a continuación”, dijo Hal Levison, investigador principal de Lucy del Southwest Research Institute, en un comunicado. “Afortunadamente, la nave espacial estaba donde se suponía que debía estar, funcionando de forma normal y con seguridad”.
El equipo estuvo aportando ideas durante meses y finalmente dieron con dos posibles soluciones: mantener la matriz a 347 grados o comenzar a tirar del amarre de la matriz utilizando el motor de respaldo de la nave espacial. Sin embargo, antes de hacer nada tuvieron que evaluar los riesgos asociados con cada opción. Para ello construyeron una réplica del motor y la llevaron al límite para ver qué tal se comportaría en el espacio.
Después de meses de simulaciones, la NASA decidió que intentaría desplegar completamente los paneles de Lucy a través de una serie de intrincadas maniobras, todo esto mientras la nave se encontraba a 96 millones de kilómetros de la Tierra.
Entre los meses de mayo y junio y después de siete intentos, el panel solar de Lucy se pudo abrir casi por completo. “Si bien los paneles no están completamente desplegados, están bajo una tensión sustancialmente mayor, lo que los hacen lo suficientemente estables como para que la nave espacial funcione correctamente”, explicaba la NASA en un comunicado.