
La Luna es un lugar frío, inhóspito y desolado, y la mejor prueba de ello son las nuevas imágenes captadas por la sonda Orión de la NASA.
El lunes pasado, la nave Orión no tripulada de la misión Artemis 1 realizó la primera de dos maniobras de corrección de rumbo necesarias para entrar en una órbita retrógrada distante. Fue durante esta corrección de rumbo cuando la nave realizó su acercamiento más cercano a la Luna, llegando a colocarse a 130 kilómetros de la superficie lunar. Naturalmente, la NASA aprovechó esta oportunidad para sacar un montón de fotos geniales.