
Viajar por el espacio puede resultar algo tremendamente solitario. La nave espacial Lucy de la NASA se encuentra actualmente de camino a Júpiter, en un largo viaje de seis años por el espacio y que dio comienzo en octubre de 2021. Afortunadamente para la sonda, las vistas están siendo espectaculares.
La nave pudo capturar recientemente una serie de imágenes de calibración, apuntando sus nuevas cámaras hacia 11 campos de estrellas diferentes para asegurarse de que sus capacidades fotográficas están a punto. El último lote de imágenes fue tomado en febrero para probar el rendimiento y la sensibilidad de las cámaras de la nave, así como su capacidad para apuntar en diferentes direcciones, según explicaba la propia NASA en un comunicado.
Lucy tiene la misión de estudiar los asteroides troyanos, dos grupos de cuerpos rocosos que anteceden y siguen a Júpiter en su órbita alrededor del Sol. Los asteroides troyanos pueden haber existido durante los últimos 4000 millones de años, pero se sabe muy poco sobre ellos ya que ninguna nave espacial los ha visitado todavía.
El equipo detrás de la misión está trabajando para garantizar que los instrumentos de la sonda funcionen correctamente antes de que Lucy llegue a su destino. La nave espacial apuntó sus cámaras hacia la Constelación de Orión, capturando diferentes grupos de estrellas, así como una débil exposición de 10 segundos de la Nebulosa Roseta.

Lucy está equipada con cuatro cámaras de luz visible: dos cámaras gemelas de seguimiento de terminales (T2CAM), una cámara de imágenes visibles multicolor (MVIC) y una cámara de reconocimiento de largo alcance (L’LORRI).
Las cámaras T2CAM tienen un amplio campo de visión y están diseñadas para bloquear y rastrear automáticamente los asteroides troyanos durante los sobrevuelos que realice Lucy. La MVIC es una cámara de escaneo a color de mayor resolución, mientras que L’LORRI es una cámara teleobjetivo monocromática de alta resolución diseñada para capturar imágenes detalladas de los asteroides. Una imagen sin editar de L’LORRI descubrió estrellas que son 50.000 veces más débiles de lo que puede ver el ojo humano sin ayuda.

Esta última toma de imágenes fue un seguimiento de la prueba inicial de las cámaras de Lucy que comenzó en noviembre, poco después del lanzamiento de la nave espacial. Sin embargo, el equipo aún no ha probado el espectrómetro infrarrojo de Lucy, conocido como LEISA, o su instrumento L’TES de mapeo de temperatura, que serán imprescindibles para estudiar de cerca los objetos planetarios, según la NASA.
Poco después de su lanzamiento, uno de los paneles solares de Lucy no se llegó a desplegar correctamente. Sin embargo, los sistemas de la nave espacial han estado operando con normalidad y ese fallo no parece haber tenido un efecto importante en la misión hasta el momento.
Lucy fue bautizada con ese nombre en honor al famoso fósil de un australopithecus encontrado en Etiopía en 1974 que nos proporcionó información realmente valiosa sobre la evolución humana. La nave espacial Lucy, que explorará los asteroides troyanos de Júpiter, podría hacer lo mismo con nuestra comprensión del sistema solar y su origen. Se espera que Lucy llegue a su destino en 2027.