
Su nombre, Zoe Roth, no te suena de nada, pero has visto su cara miles de veces. La niña del meme Disaster Girl es ahora una mujer de 21 años que ha conseguido, por fin, hacer negocio con su imagen gracias al estallido de los NFT.
Como explicamos el día que Beeple logró vender un collage por el equivalente a 69,3 millones de dólares, los NFT o “tokens no fungibles” son un tipo de token criptográfico que utiliza la misma tecnología de cadena de bloques que las criptomonedas, con la diferencia de que cada uno es único. Esto permite a ilustradores, músicos y cualquier artista, en general, subastar archivos digitales como un GIF, un MP3 o un JPG. Aunque ese JPG se pueda copiar infinitas veces, solo hay uno asociado al token original.
Zoe Roth no es artista, pero se hizo famosa por una foto que su padre, Dave Roth, le tomó frente a una casa en llamas cuando tenía cuatro años. La imagen ganó un concurso de fotografía sobre capturar emociones y se convirtió en un meme a finales de 2008. No fue hasta febrero de este año que Zoe, quien está terminando sus estudios en la Universidad de Carolina del Norte en Chapen Hill, recibió una propuesta para vender la foto como un NFT.
Según The News & Observer, los Roth se lo pensaron varias semanas, consultando en el proceso a otras celebridades meméticas como Laina Morris, de “Overly Attached Girlfriend”, y Kyle Craven, de “Bad Luck Brian”. Finalmente decidieron que un NFT les permitiría recuperar el control sobre la propiedad de la imagen y ganar algo de dinero.
La subasta se llevó a cabo en la web de Foundation, que funciona por invitación, el 16 de abril. Estuvo abierta 24 horas hasta que un usuario llamado 3fmusic compró la imagen por 180 Ether, el equivalente en la criptomoneda de Ethereum a 470.000 dólares. Por comparar, el GIF de Nyan Cat fue vendido en la misma plataforma por 300 Ether el pasado mes de febrero.
Quizá lo más interesante de la jugada sea que Zoe y Dave codificaron el token para que, cada vez que alguien revenda el NFT, ellos reciban el 10% de la venta. Por lo que, aunque la venta del NFT represente una transferencia de propiedad, de alguna forma ahora conservan los derechos de autor de una imagen viral que durante años no les reportó ningún ingreso directo.
Zoe donará parte del dinero a una organización benéfica y su padre, Dave, usará otra porción para arreglar el aire acondicionado de su Honda Civic.