Promete cambiar la forma en la que ves televisión, integrar mejor series y juegos y reconocer tus movimientos y tu voz. La nueva Xbox One sin duda parece potente -por lo poco que se ha visto-, el sueño de cualquier amante de los videojuegos, pero tiene más de una característica que no te va a gustar.
1. No es compatible con los juegos de Xbox 360
No hay retrocompatibilidad con la anterior consola. Los juegos en disco no funcionarán y aunque habrá algunos desarrolladores que tal vez se atrevan a sacar nuevas versiones de sus clásicos, lo más probable es que si quieres jugar a los juegos de 360 tengas que enchufar la vieja consola en la pantalla.
El motivo es que se trata de una arquitectura completamente diferente, teóricamente podría llegar a ser capaz de emular algunos juegos pero es poco probable que con la misma calidad que en la consola original y Microsoft no parece dispuesta a dedicar tiempo a soportar estos casos.
2. Puede requerir conexión continua a la red
La consola puede usarse sin estar conectado, aunque pierde parte de la funcionalidad -como los servicios de actualizaciones de juegos, las funciones de Xbox Live, etc...-. Pero hay letra pequeña: los desarrolladores de juegos pueden incluir como requisito en sus títulos la conexión permanente a Internet. Microsoft se lava las manos pero para los usuarios finales el resultado viene a ser el mismo si los desarrolladores optan por seguir esta vía.
3. Los juegos de segunda mano estarán controlados (actualizado)
Los detalles aún están en el aire pero Microsoft podría cobrar por usar juegos de segunda mano en la consola, al menos en cierta forma. Xbox One permite instalar los juegos para no depender del disco. Pero si detecta que el disco del juego ha sido instalado con anterioridad para otra cuenta requerirá que los usuarios paguen para poder reutilizarlo. Aún no está claro que pasará con casos concretos de uso, como consolas con más de una cuenta o usuarios que no instalen el juego y quieran jugar sólo en el disco.
Actualizado: Microsoft ha confirmado que se podrán comprar y vender online los códigos asociados a cada juego, aunque aún no ha confirmado cómo funcionará ese proceso.
Cuando te compres un juego nuevo para la Xbox One, este vendrá con un código único que tendrás que introducir a la hora de instalar el juego. Para eso tendrás que estar conectado a Internet. Ese código estará enlazado con tu cuenta de Xbox Live y solo se podrá utilizar una vez.
Ahora bien, si quieres vender ese código online para que alguien lo use como segunda mano, lo podrás hacer. Aún no hay detalles de cómo, pero Microsoft asegura que será posible. La compañía no mata por completo el mercado de juegos de segunda mano, pero lo controlará mucho más de cerca. [Wired]