Todo el sistema de cabina está completamente centralizado. En otras palabras, el personal de vuelo ya no tiene que pasar fila por fila buscando a los pasajeros rebeldes que se hacen los locos y no ponen el asiento en posición vertical a la hora del aterrizaje. Simplemente controlan todos los puestos directamente desde una consola central. También pueden gestionar el consumo de energía de cada asiento. La funcionalidad de esto no está clara, pero un posible uso muy jugoso sería el de cobrar por el uso de las tomas de corriente.

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Las luces de toda la cabina son ajustables en intensidad y color, y las ventanas no tienen persiana. En su lugar puede ajustarse su opacidad desde el propio asiento.

No tiene pinta de que IntelliCabin se haga realidad tal cual, pero tiene bastantes buenas ideas para adaptar los aviones a los nuevos tiempos. Si alguna compañía compra la idea, podría estar instalada tan pronto como el año que viene. [vía BAE Systems]