
Después de ser durante años la gran atracción en las ferias tecnológicas y anunciándose como la próxima gran novedad que acabaría conquistando nuestros hogares, los televisores 3D desaparecieron por completo de la noche a la mañana, para ser reemplazados por tecnologías como los paneles OLED, que sí han resultado una verdadera mejora para los televisores. Sin embargo, dónde se habían metido realmente todas aquellas pantallas efectistas era un misterio, o al menos hasta ayer, cuando Mercedes-Benz reveló que el sistema de infoentretenimiento del Mercedes-Benz S-Class 2021 tendrá una pantalla 3D.
Todo esto forma parte de la mejora en la experiencia de usuario que pretende implantar Mercedes-Benz, en la que han incluido una larga lista de funciones y características de las que los conductores y los pasajeros se beneficiarán en uno de sus modernos vehículos. Entre estas nuevas características está el reconocimiento de voz y huellas digitales para que los ocupantes puedan acceder fácilmente a sus perfiles preconfigurados o realizar compras online; monitorización del conductor para que nunca se quede dormido al volante; pantallas OLED de menor consumo; contenido audivisual que se pueda compartir fácilmente entre las pantallas disponibles en los asientos; e incluso la integración con smartphones para que puedas encender el aire acondicionado antes de aparcar tu coche en el garaje. Y además de todo esto... una pantalla 3D para el conductor.

Una de las muchas razones por las que los televisores 3D fracasaron fue porque para disfrutar de aquella tecnología era necesario usar unas gafas especiales para ver realmente el efecto de profundidad. El único producto 3D sin gafas que puede considerarse un éxito fue la Nintendo 3DS. Y en vez de obligar a los conductores a colocarse unas gafas 3D, Mercedes-Benz está utilizando una tecnología para sus pantallas 3D similar a la que usó Nintendo. El panel de instrumentos del conductor es una “pantalla LCD convencional con una estructura especial de píxeles” que se combina con una rejilla LCD que garantiza que cada uno de los ojos del conductor vea una imagen diferente a la de la pantalla LCD. Una cámara analiza la posición de los ojos y de la cabeza del conductor y ajusta automáticamente los paneles LCD para que el efecto de profundidad no se vea limitado a un único punto concreto.
Lo mejor de todo es que el efecto 3D es opcional y se puede desactivar cuando los conductores no quieran distracciones innecesarias. Sin embargo, lo extraño es que que antes de que las pantallas digitales comenzaran a aparecer en los vehículos, los instrumentos analógicos que había sobre el salpicadero no tenía mucha profundidad que digamos. Tal vez se podía ver una ligera sombra debajo de las agujas del velocímetro en un día con mucho sol, pero eso se puede replicar fácilmente en una pantalla bidimensional mediante software. Todavía está por ver por qué en Mercedes-Benz sienten que las pantallas 3D son un añadido necesario a la conducción, pero probablemente tenga que ver con los desorbitados precios de los Mercedes Clase S. Un vehículo de lujo debe venir con funciones de lujo, por poco útiles que resulten.