Cuántos agujeros tiene una pajita. ¿Uno? ¿Dos? ¿Ninguno? La gente no se pone de acuerdo y el asunto ha escalado ya a matemáticos, ingenieros y la panda más sabionda de Internet: los tuiteros. Prevalece la idea de que solo hay un agujero (como en un donut), ¿pero acaso no hay un agujero de entrada y otro de salida?
La pajita, el popote, la bombilla, el sorbete, la cañita, el pitillo... La llames como la llames, lo más probable es que sepas de lo que hablo: succionas por un lado y la presión del aire empuja tu jugo de manzana por el otro. Lo que quizá no te habías preguntado hasta ahora era si las pajitas tienen uno... o dos agujeros.
Una encuesta de Twitter planteó la misma incógnita y atrajo la friolera de 91.000 votos. Tras un acalorado debate que enfrentó a uniagujeristas y biagujeristas, al final hubo un claro ganador: el 66% votó que las pajitas tienen un solo agujero y el 34% restante dijo que de eso nada, las pajitas tienen sin duda dos agujeros.
Pero ya era demasiado tarde. La mera pregunta había desatado el caos.
La debacle hizo daño en los grupos de amigos.
Los chats grupales se convirtieron en un infierno.
La productividad de las oficinas cayó en picado.
La gente empezó a plantearse si estaba viviendo una mentira.
Se produjeron podcasts enteros sobre el tema.
Y hubo quien pidió ayuda a Neil deGrasse Tyson (pero Neil no apareció).
Por supuesto, mucha gente argumentó su respuesta:
“Piensa en el donut: solo tiene un agujero. Solo porque la pajita sea más larga, no significa que tenga dos agujeros. Nos tienta decir que una pajita tiene dos agujeros porque tiene dos círculos y dos aberturas, pero es un agujero compartido. No confundas los círculos y los agujeros”.
“Son dos agujeros: si tapas uno con el pulgar, el segundo permanece”.
Otros se pusieron a filosofar:
“Esta pregunta hace que me pregunte cómo definir un agujero. Porque un agujero es una abertura contenida dentro de algo, ¿verdad? Y los dos extremos de una pajita no son... un agujero... en algo... solo... ¿es?”
Y otros complicaron aún más las cosas. Como este ingeniero de SpaceX:
“Después de mucha deliberación y análisis sobre la geometría de un dispositivo de succión manual cilíndrico extruido, determinamos que una pajita tiene cero agujeros y en cambio es una superficie infinitamente plana plegada sobre sí misma”.
O el tipo que pensó fuera de la caja:
“Un agujero si la pajita está recta, dos si está doblada”.
Los matemáticos sintieron que aquella discusión ya la habían vivido:
“Los que discuten en Internet sobre si una pajita tiene dos agujeros o uno, tengan en cuenta que a los matemáticos les llevó 98 años descubrir qué era la forma de un donut y el tipo que resolvió [el problema] se convirtió en un ermitaño, rechazando un millón de dólares y la medalla Fields”.
Y los lingüistas llevaron el asunto a su terreno:
“La pajita es un agujero con dos entradas, pero esas entradas también pueden denominarse ‘agujeros’ como sinónimo comúnmente aceptado. El problema es de naturaleza lingüística, no matemática: ambos lados [del debate] son correctos, dentro de un encuadre y contexto adecuados”.
Pero solo el divulgador Kevin Knudson dio una respuesta formal por escrito:
“Una pajita es el producto de un círculo y un intervalo; un topólogo denotaría esto como S¹ × I, donde S¹ es el círculo unitario en el plano e I es el intervalo [0, L] (siendo L la longitud de la gota). Incluso las pajitas dobladas tienen esta forma.
Todos podemos coincidir en que un círculo en el plano rodea lo que podríamos pensar como un agujero. El agujero en este caso es un objeto bidimensional delimitado por el círculo de una dimensión. En el caso de S¹, solo hay una de esas curvas, es decir, el círculo en sí, por lo que el círculo tiene ‘un agujero’.
Ahora, puedes argumentar que se podría rellenar un círculo en el plano, y eso es cierto, pero rellenarlo requeriría dejar el espacio S¹. Esta afirmación muestra que no hay curvas cerradas simples que no se puedan rellenar.
Por lo tanto, el círculo tiene un agujero”.
Así que... eso. Puedes atacar el problema desde un punto de vista matemático, lingüístico o incluso filosófico. Lo que está claro es que la próxima vez que veas a alguien tomándose un cóctel con pajita en un bar, no te faltará tema de conversación para animar la charla.