
El desastre en el que se ha convertido el lanzamiento del nuevo Boeing 737 Max tiene un nuevo capítulo que añade aún más tierra sobre la aeronave. Se ha detectado un nuevo fallo de seguridad diferente del que provocó los accidentes. El resultado no se ha hecho esperar: más cancelaciones.
United Airlines anunció el miércoles su intención de extender las cancelaciones anteriores hasta el 3 de septiembre, según The Guardian. Mientras tanto, Southwest Airlines, que previamente había anunciado cancelaciones hasta principios de septiembre, añadió en un comunicado que retiraría los 737 Max de su programa hasta el 1 de octubre. La aerolínea dijo que los cambios afectarían a unos 150 vuelos por día.
Los anuncios se producen en medio de informes de que los pilotos de prueba de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) descubrieron un nuevo problema crítico de seguridad en el sistema de software anti-bloqueo del 737 Max, llamado MCAS, durante las simulaciones de vuelo. Según una fuente familiarizada con el asunto que habló con el Washington Post, a los pilotos les preocupaba que no pudieran “seguir rápida y fácilmente los procedimientos de recuperación requeridos”.
La FAA dijo en un comunicado el miércoles que “encontró un riesgo potencial que Boeing debe mitigar”. El Washington Post informó que el fallo estaba separado de la que se sospechaba que había jugado un papel importante en dos siniestros que causaron la muerte de 346 personas.
Boeing dijo el miércoles que está trabajando en una solución para el problema del software que “reduciría la carga de trabajo del piloto al tener en cuenta una posible fuente de movimiento del estabilizador no ordenada desde cabina”.
Durante la revisión de la FAA de la actualización del software del 737 MAX y tras las recientes sesiones de simulador, la Administración Federal de Aviación (FAA) identificó un requisito adicional que ha pedido a la compañía que añada a los cambios de software que ya estamos implementando a lo largo de los últimos ocho meses. Boeing está de acuerdo con la decisión y solicitud de la FAA, y está trabajando en el software requerido.
La FAA obligó oficialmente a los aviones a permanecer en tierra en marzo, y no está claro cuándo volverán a recibir autorización para un vuelo comercial. La FAA dijo esta semana que está “siguiendo un proceso exhaustivo, no un plazo prescrito” al revisar la aeronave.
Mientras esperan la aprobación de la FAA, tanto las aerolíneas como Boeing parecen estar dispuestos a hacer cualquier cosa para ayudar a enmendar la reputación destrozada de sus 737 Max y convencer a los clientes de que son seguros para volar. Boeing dice que está abierto a cambiar el nombre de los aviones si eso ayuda a revisar la marca. Mientras tanto, American Airlines, que recientemente extendió sus propias cancelaciones de vuelos hasta principios de septiembre, parece estar dispuesta a meter a sus propios ejecutivos en los aviones para tranquilizar al público.