Dar cera, pulir cera. Es lo que le dice el señor Miyagi a Daniel en Karate Kid. En realidad la frase es el resultado de un error de traducción catastrófico, pero como ejemplo nos vale: iOS 9 no llega con el habitual torrente de novedades bajo el brazo (tampoco quiere decir que no tenga), en su lugar se centra en hacer lo que ya era bueno mejor.
La apariencia
En líneas generales es exactamente la misma que en iOS 8, pero llega con un detalle interesante: todo el sistema utiliza la nueva fuente San Francisco que apareció por primera vez en el Apple Watch. Los primeros minutos chocan un poco pero el shock dura poco: en general me gusta mucho más que la Helvetica Neue de iOS 7 y iOS 8.
La multitarea también cambia su apariencia y ahora aparece como si fuese una baraja de cartas. ¿Es mejor, es peor? Mi impresión es que es, simplemente, diferente. No se muestra toda la información de la app “capturada” en una imagen, como ocurre con el modelo actual pero se puede cambiar mucho (mucho) más rápido entre aplicaciones. En mi caso concreto lo prefiero.
Hay un gestor de archivos, más o menos
Resulta chocante que, en pleno 2015 y especialmente en un dispositivo como el iPad esto aún sea una novedad, pero sí, iOS 9 incorpora (hay que activarlo aparte) una aplicación llamada iCloud Drive que nos permite acceder y manipular a todo el contenido que esté almacenado en la nube de iCloud.
Es decir, de acuerdo, es un gestor de archivos, pero está limtado únicamente a lo que tengamos almacenado en iCloud Drive (que trae 5 GB de base, no es demasiado). Me gustaría que se extendiese a más lugares del sistema y que fuese algo más universal. Dicho eso, y entendiéndolo como nexo y punto de unión entre múltiples aplicaciones y para manejar archivos de momento es un buen primer paso. iCloud Drive se conecta con el Mac, además.
Un teclado con esteroides
Tanto en el iPhone como en el iPad con iOS el teclado puede convertirse en una especie de trackpad si deslizamos dos dedos por la superficie. Es un pequeño atajo que resulta interesante cuando se está editando textos largos (mi aplicación favorita para ello es iAWriter) y que lo acerca todavía más a la funcionalidad que uno puede encontrar en un portátil.
Es interesante porque es una buena manera de resumir iOS 9. Aquí y allá hay detalles que sí, mejoran la experiencia y son novedades como tales pero que además consiguen algo muy importante: acercar la experiencia móvil a la del escritorio.
Otra buena prueba de ello son los atajos de teclado. Tanto en el teclado integrado táctil como si utilizamos uno externo podremos utilizar atajos muy similares a los que se utilizan en OS X. Mejor aún: cada desarrollador podrá implementar los suyos propios de manera más sencilla. Esta última parte no es especialmente “nueva”, ya estaba en iOS 8, pero ahora tienen especial énfasis y además se listan todas las opciones posibles en la pantalla.
Ah, en iPad ahora tenemos un icono para cortar, copiar y pegar directamente en el teclado. No es que el método actual sea incómodo pero es una opción más a tener en cuenta.
Multitarea en el iPad: así sí
La multitarea en el iPad es algo que ahora ahora nos había dejado insatisfechos a muchos. Heredera directa de cómo funcionaba en el iPhone acababa por ser un lastre cada vez que tocaba hacer cualquier tipo de función medianamente avanzada.
No funcionaba “mal”, siendo honestos, y he utilizado mi iPad para trabajar en numerosas ocasiones, pero era inmensamente mejorable. La de iOS 9, que permite dividir la pantalla para trabajar con dos aplicaciones a la vez funciona razonablemente bien con algunas pegas.
Para empezar, de momento está limitada como es lógico únicamente a las aplicaciones del sistema nativas de Apple. No es un problema grave, pero implica que todos los desarrolladores tendrán que hacer los pertinentes cambios en el código para adaptarlas, algo que no ocurrirá de la noche a la mañana.
Lo mejor es, sin duda, lo increíblemente fácil que es lanzar una aplicación para dividir la pantalla. También lo es cambiar entre aplicaciones a pantalla completa una vez tenemos una de ellas abierta. Sólo hay que deslizar con el dedo desde el lateral derecho de la pantalla y eso es todo. Los otros sistemas de multitarea en tablets que había probado hasta ahora, como los de Samsung, son lentos, pesados y aparatosos en comparación.
Al final, el combo entre teclado-trackpad, atajos de teclado, pantalla dividida y la nueva vista de multitarea hacen que la productividad en un iPad se multiplique por varios enteros. Falta todavía una buena implementación por parte de desarrolladores y terceros pero lo que hay, y hablando siempre desde un punto de vista de productividad, es increíblemente prometedor.
Cuando se combina con Picture in Picture, la nueva funcionalidad que permite “sacar” el vídeo de la aplicación y superponerla al resto del sistema, se puede tener hasta 3 aplicaciones funcionando al mismo tiempo en la pantalla: Vídeos y las otras dos a pantalla dividida. De nuevo es algo que hace falta que, para ser 100% útil, lo implementen otros desarrolladores, como puede ser YouTube o Switch.
Siri es más Siri
Proactive se supone que es el intento de hacer Siri más... proactiva, valga la redundancia. Lo que un asistente solícito debería ser. Te ofrece la información sin necesidad de que tú tengas que andar pidiéndosela.
¿Funciona? Más o menos, pero el príncipal problema es que la competencia más obvia, Google Now, está tan, tan por delante que Siri palidece un poco en comparación. Es un primer paso, qué duda cabe, y prefiero cómo se muestra la información aquí a como se muestra en Now pero en cuanto a precisión y funcionalidades Siri anda todavía varios años por detrás.
Se supone que aprende con nuestro comportamiento así que es posible que en estos días de prueba aún no haya tenido acceso a la experiencia “completa” pero por el momento se siente más como un añadido interesante que como una nueva función vital.
Todo se conecta
iOS 9 le da al iPhone y al iPad parte de la magia de Android en la que sientes que todo se “conecta”. iOS 9 es más productivo y más eficaz, abandona esa sensación omnipresente en la que cada parte del sistema se comporta como un islote para comenzar a comunicarlos, tímidamente de momento, entre ellos. Es la continuación de los pasos que iOS 8 comenzó a dar con sus extensiones. Un buen paso.
¿Qué hay de la estabilidad? ¿Qué hay de la batería? Es una beta, la primera, así que hablar de estas cuestiones todavía no tiene demasiado sentido pero en cuanto a estabilidad otros años en el iPad (el dispositivo principal en el que probé iOS 9) con la primera beta me estaba tirando de los pelos y regresando pronto a la versión anterior. Con iOS 9 también hay cuelgues y comportamientos extraños pero la encuentro mucho más estable que otros años. Prometedor, en cierto sentido.
Con el nuevo hardware, iPhone y iPad, que llegará en otoño, es muy probable que iOS recoja algunas funcionalidades más que aún no podemos tratar. Lo que hay, de momento, convence: si ya te gustaba iOS te gustará aún más y si no te gustaba por las limitaciones frente a Android es posible que merezca una oportunidad.
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