Todavía recuerdo los tiempos en los que Motorola se retiró de varios mercados europeos. Hoy sus Moto G son los terminales de gama media más vendidos en Amazon España. La compañía ha sabido resurgir de sus cenizas como nadie, y vuelve a enamorar con los nuevos Moto X Style y Moto X Play, dos Android a tener en cuenta en la gama alta.
Bonito, muy bonito
En cuestión de smartphones me dejo llevar mucho por la primera vez que cae uno en mis manos, y la impresión que me han causado estos nuevos Moto X no puede ser mejor. El primer tanto se lo lleva la construcción. El Moto X está montado sobre un marco metálico con la tapa trasera en diferentes materiales que van desde la goma hasta la madera. El metal también ofrece diferentes tonalidades en el servicio Motomaker.
El diseño es parecido al Moto X que ya conocemos, pero la sensación que da al sostenerlo es de producto premium, con acabados suaves, materiales nobles y una sensación general de solidez. Somos un poco manazas, así que mientras lo probábamos ya se nos ha caído (un metro sobre suelo de baldosines). El terminal ha salido completamente indemne del accidente. Ni una muesca.
En lo que a construcción se refiere, está en la otra punta de, por ejemplo, el LG G4. El nuevo buque insignia de la coreana me parece un teléfono bestial, sin duda, pero sus acabados no son tan buenos como los del Moto X Style. El agarre de este teléfono es perfecto, y la curvatura muy cómoda.
Otro detalle muy bienvenido es que, aunque la diagonal de pantalla ha crecido considerablemente (5,7 pulgadas), el Moto X no da la sensación de ser un smartphone grande. Más bien al contrario. No es mucho mayor que el HTC One M9 o el LG G4, que tienen la pantalla más pequeña. La curvatura de la parte posterior hace que se lleve muy bien en el bolsillo.
Experiencia de uso
Difícil hablar de rendimiento o batería en el poco rato que hemos pasado con el terminal. Se maneja de manera fluida y rápida, pero eso es algo que ya hacen hasta los gama media. Lo que sí hemos podido comprobar es que Motorola cumple lo que prometía con los gestos del teléfono.
Es posible, por ejemplo, activar y desactivar el flash en modo linterna sacudiendo dos veces el teléfono. Si en vez de agitarlo giramos la muñeca dos veces rápidamente, se activa la cámara. Otros dos giros cambian de la delantera a la trasera. Pues bien, todos estos gestos funcionan a la perfección. No hemos conseguido activarlos accidentalmente y, cuando hacemos el movimiento correcto, responde de manera rapidísima. Es una pequeñez, sí, pero es el tipo de pequeñez que, si funciona bien, te cambia completamente (para bien) la manera de usar el teléfono.
Una cámara con encanto
Motorola jura y perjura que la cámara del Moto X Style se cuenta entre las tres mejores del mercado smartphone según test independientes. Recibí esa afirmación con el correspondiente escepticismo, pero después de probarla ya no estoy tan seguro de que sea solo marketing. Quizá no esté entre las tres mejores, pero es condenadamente buena.
Para empezar, el enfoque es muy, muy rápido, incluso jugando a marear subitamente con la profundidad de campo o con diferencias de luz muy dramáticas. El modo macro es una delicia. Prácticamente hemos tenido que pegar la cámara a los objetos para que pierda el foco. También se comporta con nobleza en malas condiciones de luz.
Aún es pronto como para afirmar nada con seguridad, pero las primeras fotos con el Moto X Style nos han sorprendido muy gratamente. El balance de color, algo en lo que los Android suelen fallar mucho, también es bueno. Tan solo se echan de menos algunos modos manuales más como los del G4, y la posibilidad de tocar para enfocar, pero ambas cuestiones dependen tan solo del software, así que tienen remedio.
Moto X Play, el primo del Moto X 2014
El Moto X de 2014 ya no se venderá más. Lo sustituye este Moto X Play. En esencia es el mismo teléfono, pero con una batería mucho más grande (dos días de uso intensivo según Motorola) y el mismo sensor de 21 megapíxeles que el Moto X Style.
Aunque lo parece, el marco del Moto X Play no es de metal, como el del Style, sino de plástico con aspecto metálico. Los acabados siguen siendo buenos en este terminal, pero no son tan “¡Wow!” como en el tope de gama. Otro detalle es que las tapas traseras solo son intercambiables en el Moto X Play. El Style puede personalizarse a la hora de comprarlo (si tenemos el servicio activo en nuestro país) pero mejor que elijamos bien, porque una vez ensamblado es un chasis unibody. Ninguno de los dos tienen batería intercambiable, pero sí ranuras para tarjetas MicroSD de hasta 128GB.
La cámara del Play es la misma que la del Style salvo por un detalle, el sistema de enfoque, que en Play no utiliza detección de fase. Aún con esa ausencia, se comporta casi igual de bien en las pruebas preliminares que hemos podido hacer.
Mi gran duda con el Moto X Play es si Motorola no estará canibalizando el mercado del Style. El salto entre los procesadores de ambos equipos no es tan grande (Qualcomm Snapdragon 808 Vs 615), y el Moto X Play es hasta un poco más pequeño. La mayor diferencia, aparte de los acabados, es la pantalla 1080p, cuyos ángulos de visión probablemente no sean tan buenos como los de la gloriosa pantalla Quad HD del Moto X Style. Sin embargo lo compensa con una batería desmesurada.
El Moto X Play costará 395 euros y su reserva comenzará en agosto. Moto X Style no llega hasta septiembre y Motorola sigue sin revelar su precio exacto (esto, por cierto, no es muy buena señal). A primera vista, ambos son unos terminales sólidos, cuidados y con una cámara de las que quitan el hipo. Algo nos dice que ambos van a tener mucho que decir en 2016.
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