Lo que para muchos no es más que una muestra del narcisismo de la época que nos ha tocado vivir, para otros es su modo de vida. Curiosamente, el origen del selfie se remonta a mucho antes de la llegada de los teléfonos. Casi podríamos decir que lo realmente novedoso es el número de accidentes que ha producido.
Si de lo que se trata es de hacerse un autorretrato a través de la fotografía, el selfie ya existía en 1839, cuando el pionero de la fotografía, Robert Cornelius, se hizo algunas tomas de sí mismo, lo que terminó siendo una de las primeras fotografías de una persona.
Años después, ya en 1900, el debut de la cámara portátil Kodak Brownie hizo que el autorretrato fotográfico se convirtiera en una técnica más extendida. El método se realizaba a través del espejo estabilizando la cámara en un objeto cercano o en un trípode mientras se encuadraba a través de un visor en la parte superior de la caja.
Durante la década de 1970, el autorretrato fotográfico floreció cuando las cámaras instantáneas más asequibles dieron a luz un nuevo medio de autoexpresión, capturando una percepción inusualmente personal de cualquiera, y permitiendo a los aficionados aprender fotografía con resultados inmediatos. Esta práctica pasó de forma natural a través de las cámaras digitales, ya que suplantaron a las cámaras de cine en el cambio de milenio.
Y ahora sí, el 13 de septiembre de 2002, el primer uso conocido de la palabra selfie apareció en un foro australiano de Internet, el “Foro de Ciencia del Servidor Dr. Karl Karluszelnicki”, en una publicación de Nathan Hope.
Unos meses después, el teléfono móvil de Sony Ericsson, el Z1010, se lanzaba introduciendo el concepto de una cámara frontal que podría usarse para selfies y videollamadas. De ahí a la actualidad, con cámaras selfies tan buenas que podrían competir con las mejores cámaras del mercado de hace unos años.
Con la popularización de los selfies en las redes sociales ha llegado una lacra de forma indirecta: el gran número de accidentes y muertes de personas que han arriesgado su vida por tratar de inmortalizar una situación de peligro.
Hoy es el llamado día del selfie, y si hacemos caso a una entrada de la Wikipedia, la lista de heridos y muertes por el autorretrato en los móviles, ya sea antes, durante o después de haberse tomado una foto de sí mismos, es increíble.
Según el Departamento de Transporte de Estados Unidos, solo durante el año 2014, el llamado “año del selfie”, 33.000 personas resultaron heridas mientras conducían y usaban un teléfono. Un año después, una macro encuesta descubrió que el 4% de todos los conductores admitieron tomarse selfies mientras conducían.
No existen datos oficiales sobre la cantidad de personas que murieron tomando selfies en la India, uno de los lugares donde ha tenido más acogida desde el principio, pero los informes oficiales que mostró el Washington Post hablaban de al menos 54 muertes en un solo año (2016).
El año pasado se llevó a cabo el primer estudio sobre las muertes relacionadas con el selfie. En el mismo, los investigadores analizaron 159 selfies de víctimas relacionadas con 111 eventos o accidentes que informaron en los medios. El estudio evaluó resultados vitales, demografía, preferencias, tipos de eventos o accidentes, factores de riesgo relacionados con los selfies o las regiones corporales afectadas de las víctimas con causas de lesiones y muerte.
Los resultaron encontraron que la mayoría de las víctimas eran estudiantes. Las lesiones y muertes relacionadas con los selfies tenían el foco sobre India, Estados Unidos y Rusia, respectivamente, y la mayoría de las veces por estar en el borde de un acantilado. Su conclusión era que las lesiones y muertes relacionadas con los selfies se han incrementado en los últimos años, especialmente entre los adolescentes y jóvenes, quienes corren un alto riesgo en zonas peligrosas.
Así que para acabar en este día de la vanidad para muchos, vamos con una lista en forma de advertencia de estos terribles eventos que extrañan e impactan por una simple razón: todos fueron fácilmente evitables, de ahí que muchas veces no se entienda el peligro al que se expusieron.