Los ciempiés son depredadores agresivos y a veces armados con veneno. En el sudeste asiático, además, los ciempiés son muy grandes, lo que hace que entre sus presas llegue a haber murciélagos, ratones, ranas y hasta serpientes. Esto último es precisamente lo que ha documentado un grupo de biólogos.
Los encuentros entre serpientes y ciempiés gigantes son raros, pero no inéditos. En 2014, otro grupo de biólogos registró un caso especialmente truculento cuando una víbora se tragó un ciempiés demasiado grande y este la devoró desde dentro hasta abrirse paso al exterior (Las fotos del resultado no son agradables).
En esta ocasión el ciempiés, de la especie Scolopendra dawydoffi sorprendió a la serpiente en un momento en el que es especialmente vulnerable: poniendo sus huevos. El arácnido trepó por toda la longitud de la serpiente (una Sibynophis triangularis) sujetándola con las patas al tiempo que la iba paralizando con sus colmillos venenosos. Al llegar a la cabeza comenzó el proceso de devorarla tranquilamente.
Los ciempiés no suelen buscar serpientes como alimento, pero son criaturas oportunistas, y no desperdician la oportunidad de atacar una presa más pesada que ellos si está en desventaja. [Journal of Insect Behaviour vía Science Alert]