
Después de haber adaptado con éxito League of Legends, Castlevania y The Witcher, Netflix ya ha decidido cuál será el próximo videojuego de su lista: ni más ni menos que... ¿Tekken? Este fin de semana, la plataforma de streaming mostró el primer tráiler de su próxima serie de anime basada en la exitosa franquicia de peleas de Bandai Namco.
Tekken: Bloodline seguirá las andanzas del luchador Jin Kazama. Después de aparecer por primera vez en el Tekken 3 del año 97, Jin quiere vengar la muerte de su madre Jun a manos de un demonio (Ogre, que también salía en el Tekken 3), y la única forma de conseguirlo es ser entrenado por su abuelo, Heihachi Mishima. Los fans de los videojuegos saben que Heihachi es realmente el mayor villano de toda la franquicia, pero parece que el bueno de Heihachi está dispuesto a ayudar a su nieto a base de golpes.
La senda de venganza de Jin le llevará eventualmente al Torneo del Rey del Puño de Hierro, la competición en la que está basada toda la saga Tekken. Es en ese torneo donde se codeará con un sinfín de personajes de los videojuegos, como King, Paul Phoenix, Leroy Smith, o el propio padre de Jin, Kazuya Mishima.
El juego de 1994 Tekken fue uno de los primeros juegos de lucha en usar animación 3D, y sus posteriores títulos permitían alejar o acercar la cámarapara crear la sensación de entornos 3D reales en vez de moverse verticalmente por la pantalla. El tráiler logra capturar la esencia de los juegos con esos giros y balanceos de cámara en plena pelea.
Al igual que hizo la saga de lucha Mortal Kombat, Tekken también ha probado suerte fuera de los videojuegos en diversas ocasiones a lo largo de sus 28 años de historia. El primer anime fue una serie de 1998 que estaba dividido en dos partes y se llamaba Tekken: The Motion Picture, que contaba los deseos de venganza de Kazuya contra Heihachi y que fue dirigido por Kunihisa Sugishima. En 2011 se estrenó la película de anime Tekken: Blood Vengeance, que sirvió como versión alternativa de los sucesos de Tekken 5 (2005) y Tekken 6 (2007). Y, por supuesto, también hay que recordar la adaptación de acción real de 2009 y su secuela de 2014, llamada Kazuya’s Revenge.
Tekken: Bloodline se estrenará en Netflix a finales de este año.