
Detectar la llegada de un asteroide como el que extinguió a los dinosaurios debería ser algo que nos estuviéramos tomando bastante en serio, pero no es así. Las posibilidades de que uno de estos objetos colisione contra la Tierra son tan remotas y los recursos disponibles son tan limitados que a menudo se nos escapan asteroides que deberíamos estar monitorizando. Aquí es donde entra en juego un algoritmo llamado THOR.
Thor es el resultado de un proyecto iniciado por el ex-astronauta de la NASA Ed Lu y la presidenta de la Fundación B612, Danica Remy. Ambos reunieron a un equipo de científicos en torno a una nueva rama de esta fundación cuyo objetivo es cartografiar el Sistema Solar llamada precisamente el Instituto de Asteroides.
Lo realmente revolucionario de THOR (siglas de Tracklet-less Heliocentric Orbit Recovery) es que se trata de una plataforma de computación en nube que se nutre de los datos ya existentes sobre asteroides.
La principal manera de detectar un asteroide es examinar su tracklet, que es el desplazamiento del objeto en una serie de imágenes tomadas en el transcurso de pocas horas. El problema a la hora de localizar objetos cercanos a la Tierra (Near-Earth Objects o NEO por sus siglas en inglés) es que los grandes telescopios del planeta no están dedicados a esta tarea de tomar fotos seguidas, por lo que a menudo el tracklet se pierde porque hay añguna obstrucción o porque se toman imágenes estáticas de diferentes momentos del firmamento que hacen muy difícil comprobar si alguno de los miles de asteroides en la imagen se ha movido y hacia dónde lo ha hecho. Lo que hace THOR es precisamente conectar esos puntos y calcular las trayectorias entre diferentes imágenes para identificar y catalogar objetos potencialmente peligrosos. Acaba de ponerse en marcha y ya lleva 104.
“Lo realmente mágico de THOR es que es capaz de identificar que ese diminuto punto tomado en una imagen y ese otro en una foto tomada noches después en realidad son dos imágenes del mismo asteroide y trazar una trayectoria”, explica Ed Lu. Para ello el algoritmo usa las capacidades computacionales en nube de la propia Google, en concreto de Google Compute Engine, Google Cloud Storage, y del motor Google Kubernetes.

El algoritmo funciona incluso con imágenes provenientes de diferentes observatorios. Para su primera demostración, por ejemplo, se basó en datos del catálogo NOIRLab de la Universidad de Washington, y de imágenes tomadas entre 2019 y 2020 por los telescopios ópticos del Observatorio Astronómico Nacional de Estados Unidos. Los creadores de Thor explican que al algoritmo puede mejorar aún más sus capacidades con el tiempo y el aprendizaje. Solo hay que añadir más fuentes de datos y más plataformas de computación en nube. [B612 Foundation]