Los trolls en Twitter tienen un nuevo objetivo esta semana: la nueva película de Black Panther. Surgieron varias publicaciones en la red social durante los últimos días afirmando que personas de raza blanca que acudían al cine para ver la película en Estados Unidos estaban siendo acosados por personas negras porque “la película no era para ellos”. Es todo mentira.
Las publicaciones surgieron poco después del estreno de la película en el país. Varios de los trolls adjuntaban “pruebas” a sus publicaciones en forma de fotos que mostraban los “ataques” que habían sufrido por ver la película. En general, todos los tuits seguían la misma línea. Una persona blanca va a una proyección de Black Panther y se encuentra con una persona negra que se enfrenta a ellos. El individuo le dice a la persona blanca algo como “esta película no es para ti” y el encuentro se vuelve violento.
No obstante, investigaciones por varios medios y por propios usuarios de Twitter han encontrado que las fotos en realidad reflejan otras situaciones o incidentes.
Una foto subida para demostrar la “violencia” experimentada en el cine en realidad era parte de una campaña en contra de la violencia doméstica. Otra mostraba una mujer que había sido maltratada por su novio. También surgió una foto de la mujer del antiguo secretario de Donald Trump, que fue acusado por sus dos ex mujeres del maltrato.
James Gunn, el director de Guardianes de la Galaxia, escribió en Twitter sobre las acusaciones falsas y animó al público a ignorar a los trolls.
“Los racistas han salido con muchos tuits falsos sobre violencia en las proyecciones de #BlackPanther. La verdad es que todo tipo de personas han podido disfrutar la película juntos este fin de semana”, declaró Gunn. “No dejes que esta mierda te asuste y [evite que veas la película]”.
Black Panther es la primera película de Marvel Studios con un reparto compuesto mayoritariamente por actores negros. La película también fue realizada por un director afroamericano. Black Panther rompió el récord de venta de entradas para un película en febrero en Estados Unidos y Canadá, vendiendo $25.2 millones en entradas.