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Un nuevo estudio apunta a que la inmunidad contra el coronavirus puede durar menos de lo que se creía

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Un cartel informando de las medidas de prevención en Brooklyn durante las votaciones.
Un cartel informando de las medidas de prevención en Brooklyn durante las votaciones.
Foto: Spencer Platt (Getty Images)

Hay enfermedades que solo se tienen una vez en la vida. Una vez las superas nuestro cuerpo se vuelve inmune al patógeno que las causa. El coronavirus no es una de ellas, pero ese dato no es nuevo. Lo que preocupa a los científicos es determinar cuánto tiempo dura exactamente la inmunidad. Podría ser tan poco como tres meses.

Investigadores del Colegio Imperial de Londres acaban de publicar los resultados preliminares de REACT (Real Time Assessment of Community Transmission), un masivo estudio de anticuerpos que llevan realizando desde que comenzó el verano. 350.000 voluntarios británicos llevan todo este tiempo recogiendo pequeñas muestras de sangre para que los científicos puedan analizar la cantidad de anticuerpos en su organismo y su evolución a lo largo del tiempo.

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Si una persona se infecta de covid-19 (y sobrevive para contarlo), su cuerpo genera moléculas que combaten la infección y que perduran en su sangre durante un tiempo, lo que hace a esa persona más difícil de infectar de nuevo con la enfermedad. Los niveles de inmunidad dependen del patógeno y de la persona. En este sentido lo virus de la familia coronavirus son unos pequeños bastardos especialmente insidiosos porque nuestra inmunidad ante ellos se desvanece con el tiempo. De ahí lo que decíamos al principio. No hay inmunidad permanente contra la covid-19.

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¿Y cuánto dura esa inmunidad entonces? La respuesta corta es que no lo sabemos, pero la evolución de los anticuerpos no permite hacerse muchas ilusiones. Lo que los investigadores del Colegio Imperial de Londres han encontrado es que estas partículas se desvanecen a mayor velocidad de lo que se creía. A finales de junio, el 6% de los voluntarios analizados tenían anticuerpos detectables de forma estable en su sangre. Para septiembre esa cifra no solo es que no había subido. Es que bajó al 4,4%. Wendy Barclay, directora del departamento de enfermedades infecciosas en el Colegio Imperial de Londres explicaba:

A tenor de la evidencia y de lo que sabemos sobre otros coronavirus diría que la inmunidad declina a la misma velocidad en la que lo hacen los anticuerpos. Esto es un indicio de que la inmunidad también declina a nivel de la población.

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Por supuesto, el hecho de que haya menos personas con anticuerpos detectables no significa que no tengan ningún anticuerpo. Para hacer las cosas más complejas, existen diferentes tipos de anticuerpos y no todos ellos neutralizan el virus. Cabe la posibilidad de que una persona con menos anticuerpos tenga los del tipo bueno a la hora de mantener una cierta inmunidad contra la covid-19.

En definitiva, que el estudio es un jarro de agua fría sobre las teorías que abogan por generar inmunidad de rebaño sin la mediación de una vacuna. Con todo, estas teorías ya eran una salvajada hace meses. No es que no pueda lograrse una inmunidad de rebaño. Es que en el proceso morirían millones de personas. A la luz de este último estudio aún más porque la inmunidad de rebaño no parece durar mucho tiempo. La clave de todo sigue siendo evitar el primer contagio, no el segundo. [Colegio Imperial de Londres]