Aves y aviones son una mala combinación, pero no es fácil alejar a nuestros amigos aviares de las pistas de los aeropuertos. Ahora un grupo de científicos en Francia ha encontrado una solución ingeniosa al problema: una ilusión óptica que parece dar un buen susto a las grandes aves rapaces.
Además de garras fuertes y afiladas, y picos en gancho, las aves rapaces tienen una visión increíble. Estas aves pueden detectar objetos en movimiento, como ratones y serpientes, desde una gran altura. Pero su visión está lejos de ser perfecta; las rapaces tienen dificultades para detectar superficies acristaladas, como ventanas, y objetos muy grandes en movimiento, como un avión comercial, hasta que es demasiado tarde.
Las colisiones de aves y aviones son un problema grave. En 2014, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos documentó la friolera de 13.159 incidentes en los que al menos un ave se estrelló contra un avión. Al menos 262 muertes humanas estuvieron relacionadas con colisiones de animales entre 1990 y 2016. Lamentablemente, las medidas para mantener a las aves alejados de los aeropuertos, como siluetas humanas, ruidos desagradables y la alteración de los hábitats de las aves en los aeropuertos no han funcionado.
En un esfuerzo por idear una estrategia más efectiva, un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) y la Universidad de Rennes, en colaboración con Airbus, aplicaron su conocimiento sobre fisiología aviar al problema y crearon una ilusión óptica que explota el poderoso sistema visual de las rapaces, un grupo de aves que incluye a las águilas y los halcones, para disuadirlas de merodear por los aeropuertos. La ilusión se parece sospechosamente a un par de googly eyes.
Los científicos estudiaron las respuestas de estas aves a varios estímulos visuales en una pantalla. Después de 300 pruebas, solo un patrón activó el comportamiento deseado: un par de amenazantes ojos saltones. Y con “amenazantes”, los investigadores se refieren a un efecto de movimiento por el que la imagen crece gradualmente con el tiempo. No suena muy amenazante, pero es probable que presente una ilusión óptica a las rapaces. Los ojos provocan la impresión de una colisión inminente, probablemente con otra ave.
Los investigadores hablan de este tipo de ilusiones ópticas como un superestímulo, un efecto paradójico “por el cual los animales muestran una mayor capacidad de respuesta a un estímulo exagerado que al estímulo natural”, en palabras de los investigadores.
Teniendo en cuenta este hallazgo, los investigadores llevaron sus ojos saltones al mundo real en el aeropuerto de Tarbes-Lourdes-Pirineos, un área frecuentada por rapaces y otras aves. Los investigadores proyectaron el efecto de los ojos de manera continua en un par de pantallas LED ubicadas estratégicamente. En el transcurso de cinco semanas, el equipo registró más de 8800 avistamientos de aves. El superestímulo funcionó notablemente bien, y los científicos registraron descensos significativos en la población de aves desde la colocación de las pantallas LED. Es importante destacar que las aves no mostraron signos de acostumbrarse a los ojos, incluso después de cinco semanas.
Al mismo tiempo, el tamaño de las poblaciones de rapaces en áreas donde las pantallas no eran visibles siguió siendo normal, lo que los investigadores interpretaron como una prueba más de que el efecto estaba funcionando como era previsto. Por alguna razón, los ojos saltones tuvieron el mismo efecto en un grupo de córvidos, una familia de aves que incluye a los cuervos, pero los estímulos no tuvieron ningún efecto en las aves paseriformes, como los pinzones, los pájaros cantores y los gorriones, lo cual no es una sorpresa puesto que tienen sistemas visuales diferentes.
Tratemos de entender esta ilusión desde la perspectiva de un ave rapaz.
Un ave rapaz está en busca de su próxima presa. De repente, ve un par de ojos que lo miran. La escena llena el campo visual del ave. Peor aún, los ojos parecen acercarse. Creyendo que una colisión con otra ave es inminente, el ave rapaz se aleja. La experiencia es probablemente desagradable y lo suficientemente inquietante como para mantener a las aves alejadas del área.
Al menos, esta es la teoría detrás del efecto. Los científicos no están completamente seguros de qué perciben realmente las aves, y por qué los ojos saltones presentan una disuasión tan poderosa. Este estímulo visual puede ser “percibido como dos grandes ojos que se acercan”, escriben los autores, “pero por qué esto podría asustar a las rapaces y a los córvidos” es una pregunta que merece una “investigación experimental adicional”. Los autores admiten que los hallazgos se basan en un solo caso de estudio. Sería útil probar el sistema en otros aeropuertos y en otras poblaciones de aves, dicen.
Este estudio es “el primero en demostrar, sobre la base de estudios en aves cautivas y silvestres, y una extensa recopilación de datos, la eficiencia de un estímulo visual no invasivo para repeler a las aves de presa y los córvidos de áreas de peligro en un aeropuerto”, concluyen los autores en el estudio.
Es un hallazgo importante, y no solo porque puede mantener a las aves de presa alejadas de los aeropuertos. Se podría utilizar un sistema similar para mantener alejadas a las aves depredadoras de los aerogeneradores eléctricos y otros peligros creados por el hombre. Además, este descubrimiento también nos dice algo nuevo sobre la visión de las aves rapaces y el comportamiento aviar. Los científicos definitivamente deberían investigar esto para comprender mejor por qué las aves rapaces tienen un problema con los ojos saltones.
[PLoS One]