Lo maravilloso del cine no es solo lo que enseña, sino lo que deja fuera de la pantalla para que el espectador más atento lo imagine o lo intuya. Screen Rant ha elaborado una selección de estos secretos fuera de plano que los directores o actores ocultaron a simple vista.
El capitán Garfio en Hook
Cuando Dustin Hoffmann y Bob Hoskins se reunieron para estudiar como sería la dinámica emocional entre el Capitán Garfio y su lugarteniente Smee en Hook, en seguida dieron con la clave. No solo eran amigos. Eran una pareja. El detalle no se comenta en ningún momento de la película, pero saberlo hace que entiendas las motivaciones y reacciones de ambos personajes de otra manera.
El guitarrista loco de Mad Max: Fury Road
El artista y actor Australiano Sean Hape, conocido como “iOTA”, interpreta a Coma. Este desquiciado personaje en realidad tiene una macabra historia detrás. El propio IOTA da más información sobre su historia en una entrevista:
“Como dijo George [Miller], Coma fue encontrado en una cueva, pero estaba junto al cadáver de su madre. Immortan Joe nunca supo si la mató él u otra persona; de lo único que se enteró es que Coma retiró el rostro del cráneo de su madre y se hizo una máscara con éste, para recordarla. Ese es su tributo a ella.”
El Joker en The Dark Knight
Uno de los mayores misterios de The Dark Knight es cuál es el origen exacto del terrorífico Joker interpretado por Heath Ledger. El personaje siempre cuenta una historia de abuso infantil, pero es difícil saber si es auténtica. Sin embargo, el actor de la serie original de Batman, Adam West, y el co-creador del personaje, Jerry Robinson, avalan esa hipótesis. West explica que nadie puede estar tan loco como el Joker de la noche a la mañana por un mal día como sugería Alan Moore en The Killing Joke. Es necesario sufrir años de abuso desde la infancia.
Blancanieves en Snow White and the Seven Dwarfs
Uno de los datos más curiosos sobre este clásico de la animación de Disney es el de su voz. El encargado del casting recibió a más de 150 mujeres sin que ninguna voz le convenciera. Cuando se quejaba de ello al profesor de música que asistía el casting, su hija de 20 años, Adriana, oyó el comentario y comenzó a cantar. Walt Disney la contrató al instante.
James Bond en Diamonds are forever
Sean Connery es, para muchos, el James Bond por excelencia. Lo que pocos saben es que el lustroso vello que el actor lucía en el pecho en las escenas en las que aparecía con el torso desnudo era el más lustroso de su anatomía. El mejor James Bond lucía peluca en todas y cada una de sus escenas.
Noah en The Notebook
El papel de novio adolescente en esta almibarada historia de amor le valió a Ryan Gosling el salto al estrellato, pero si le dieron el papel en primer lugar no era por sus cualidades como galán. Se cuenta que el director Nick Cassavetes le dijo a Gosling: “No eres guapo y no eres cool. Eres un tipo completamente normal y con pinta de estar un poco loco. Por eso eres perfecto” cuando lo contrató.
El Soldado Ryan en Saving Private Ryan
Spielberg hizo algo muy interesante antes de rodar esta película bélica. Envió a todos los protagonistas a un durísimo campamento militar del que todos se quejaron amargamente. Envió a todos salvo a Matt Damon. El resultado (pese a las quejas) es que se creó una química especial entre los soldados del equipo, mientras que la desconfianza hacia Ryan no era fingida. Él era el nuevo, literalmente.
Biff Tannen en Back to the Future
El matón que acosaba a Marty McFly en Regreso al futuro es, en realidad, una pequeña venganza. Está basado en un personaje real, el ejecutivo de Hollywood Ned Tannen. Tannen acusó de antisemitismo de muy malos modos al Director Robert Zemeckis y al guionista Bob Gale durante su primera entrevista. La pareja se vengó conviertiéndolo en el necio personaje de las películas.
Letty en Fast and Furious
Toda la saga Fast & Furious se debe en parte a Michelle Rodriguez. A la actriz no le gustaba el guión en el que su personaje engañaba a Dom con Brian y estuvo a punto de dimitir si no se cambiaba. A la postre, su decisión permitió construir toda la historia de amor que vertebra la saga.
Batman en The Dark Knight
Uno de los aspectos más criticados de la trilogía de Nolan es la batvoz. A menudo se culpa a Chistian Bale por ese tono afónico a medio camino entre el gruñido y el barítono. Sin embargo, la culpa no es de Bale. Fue el propio Nolan el que alteró digitalmente la voz del caballero oscuro. Se nota especialmente en la segunda película. [vía Screen Rant]
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