7 dispositivos esenciales que deberías considerar si quieres hacer streaming como un profesional

Sí, es muy probable que tu PC o tu laptop tengan micrófono, pero para disponer de un sonido de calidad necesitas un micrófono de sobremesa dedicado. Hay muchas opciones disponibles aquí, con modelos de marcas como Epos, Razer, Roccat, Rode, Samson, o Shure que merece la pena mirar. Entre los redactores de Gizmodo es muy popular el Blue Yeti (130 dólares). Otra buena opción es el HyperX QuadCast S (160 dólares) que además integra su propia iluminación RGB por si sale en el plano de cámara contigo.

Lo mismo que pasaba con el micrófono pasa con la cámara. Seguramente ya tienes una integrada, pero las externas suelen tener mejor óptica y más calidad. Eso por no mencionar que pueden reposicionarse para grabarte en un ángulo mejor. De nuevo, hay muchos modelos entre los que elegir. Logitech fabrica algunas de las mejores cámaras que hay ahí fuera, y la  Logitech C920S Pro (70 dólares) es una de las más recomendables. Viene con tapa para cuando quieras privacidad y un autoenfoque realmente suave. Una alternativa es la Razer Kiyo (100 dólares) que además integra micrófono y luz.

Puedes usar un micrófono y unos altavoces externos o, si las circunstancias lo requieren, optar por una solución menos ruidosa y más intima con unos buenos auriculares. En este campo normalmente el límite lo marca el presupuesto y si quieres que sean con cable o inalámbricos. Los Sennheiser Game One (180 dólares) son ligeros, cómodos de llevar y tocan todos los puntos que puedes necesitar: sonido espacial, micrófono flexible y buena calidad de audio. Los  SteelSeries Arctis Prime (100 dólares) ofrecen un excelente rango de frecuencias y buen aislamiento del ruido.

No necesitas una tarjeta capturadora para hacer streaming desde el PC, pero tener una te da más opciones, incluyendo la posibilidad de grabar lo que retransmites o retransmitir desde un dispositivo diferente como un segundo PC. Las capturadoras externas son más simples, pero las internas son las mejores en términos de rendimiento. No es que haya mucho donde elegir en este apartado. La AVerMedia Live Gamer 4K (250 dólares) es una de las mejores. Soporta resoluciones 4K a 60FPS con HDR y hasta tiene iluminación RGB configurable.

Uno de los accesorios menos comunes y al mismo tiempo más útiles es una consola dedicada que nos de acceso a un puñado de botones físicos con accesos directos a las herramientas de streaming más comunes como cambiar de escenas, ajustar el volumen y los efectos, cargar plantillas gráficas o postear en redes sociales. En realidas, es la misma idea que los atajos de teclado de toda la vida, pero más potente. Un buen ejemplo de ello es el Elgato Streaming Deck (150 dólares). Funciona con las plataformas de streaming más populares, es personalizable y muy cómodo de usar.

Si te vas a grabar a ti mismo, no deberías subestimar el poder de una buena iluminación ambiental. Marca mucha más diferencia de la que puedes imaginar. En este apartado hay cientos de opciones, pero probablemente no necesitas irte a las de estudio profesional, que son caras y bastante aparatosas. El Neewer Tabletop LED Video Light pack (74 dólares) es ideal para streaming. Da mucha luz y es fácil de instalar. Si buscas algo más localizado, el ESDDI PLV-R120 (20 dólares) es un anillo de luz con tres temperaturas de color para elegir.

Si realmente quieres ponerte serio con el tema de streaming puedes invertir en un mezclador de audio. Es un dispositivo externo dedicado que permite controlar las diferentes fuentes de audio con las que trabajas, desde tu micrófono a tus PC. Lo que consigues es un audio de mejor calidad y más facilidad a la hora de controlarlo. Eso sí, los modelos tope de gama no son baratos. El TC Helicon GoXLR Mini (220 dólares) por ejemplo, está orientado a streamers, da control sobre cuatro fuentes de audio y viene con su propio software de personalización.