Uno de los pocos bastiones de pureza que quedan en este mundo desamparado (los cachorros) podría estar diseminando sin querer una superbacteria que causa diarrea. La semana pasada, el CDC informó que un brote de Campylobacter jejuni resistente a múltiples fármacos ha afectado a más de 100 personas en los últimos dos años. La mayoría de estas víctimas habían estado recientemente con un cachorro en una tienda de mascotas.
C. jejuni es uno de los culpables más comunes de intoxicación alimentaria. Causa aproximadamente 1,3 millones de casos solo en los Estados Unidos cada año. La mayoría son casos aislados y rara vez forman parte de un brote. Sin embargo, a veces se producen epidemias y se sabe que los perros son una fuente ocasional de infecciones de C. jejuni.
En agosto de 2017, el Departamento de Salud de Florida se enteró de seis casos de C. jejuni vinculados a una cadena de tiendas de mascotas con sede en Ohio. El CDC también confirmó que la misma cepa de los casos de Florida también era responsable de un caso en Ohio. Después de eso, las agencias agrícolas y de salud de varios estados, junto con el CDC, comenzaron a buscar sucesos similares por todo el país.
El día 28 de febrero de 2018, ya se habían confirmado 118 casos de la misma cepa en una serie de epidemias a lo largo de 18 estados. De las 106 personas entrevistadas por los funcionarios, 105 habían estado expuestas a perros antes de enfermarse, y 101 personas habían tocado específicamente cachorros. 29 de los enfermos eran empleados en tiendas de mascotas. Al menos 24 personas fueron hospitalizadas, aunque ninguna murió.
El C. jejuni generalmente desaparece por sí solo sin tratamiento, causando durante dos o tres días los siguientes síntomas: diarrea con sangre, calambres y fiebre. Pero puede ser más peligroso en personas que tienen un sistema inmune más débil. En raras ocasiones, puede causar una afección neurológica muy dolorosa conocida como síndrome de Guillain-Barré.
Quizás lo más preocupante que los casos en sí es la cepa particular de C. jejuni que han descubierto en estos brotes. Es resistente a todos los antibióticos comúnmente usados contra la bacteria Campylobacter. Y de los 149 cachorros investigados por los funcionarios del departamento de salud, el 95 por ciento habían recibido antibióticos, lo que puede haber contribuido a la resistencia de la cepa.
Hubo seis cadenas de tiendas de mascotas vinculadas al brote. El CDC ha explicado que la mayoría de los casos estaban vinculados a las tiendas Petland. Sin embargo, no se identificó a ningún criador, distribuidor o transportista como la fuente principal de la infección. Debido a que los cachorros de diferentes criadores a menudo se mezclan durante el camino a la tienda de mascotas, es probable que la infección se pueda propagar fácilmente entre los cachorros desde multitud de fuentes.
Este brote es el más grande de su especie que ha sido vinculado a perros. También es la primera vez que aparece una cepa resistente a los antibióticos. Pero aunque la investigación de los CDC haya terminado formalmente, la amenaza de que aparezcan más casos sigue presente.
“Los consumidores, los empleados y los médicos deben ser conscientes del riesgo que hay de transmisión de enfermedades provenientes de los cachorros, incluida la posibilidad de ser expuestos a patógenos resistentes a múltiples fármacos”, concluyó el informe. “Los criadores”, añadió, “podrían necesitar regulaciones y una educación más fuertes para garantizar que solo usen antibióticos con la aprobación de un veterinario.”