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Cómo conducir de manera segura sobre el peligroso hielo negro que se forma en las carreteras en invierno

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El hielo negro es casi imposible de ver, se puede formar en casi cualquier lugar de la carretera y tiene el potencial de hacer que tu coche se salga de control y se dirija al tráfico que va en contrario a toda velocidad. Aquí encontrarás cómo puedes detectar ese hielo negro y evitar accidentes cuando conduzcas por las carreteras durante el invierno.

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¿Qué es el hielo negro?

En resumen, el hielo negro es ese hielo cristalino que se forma sobre superficies negras como una carretera de asfalto, lo que lo hace muy difícil de ver. Es muy peligroso porque puede esconderse a simple vista y hacer que pierdas el control del coche en una vía muy transitada. Puede formarse de varias maneras, incluyendo:

  • Cuando la nieve se derrite durante el día suele humedecer las carreteras, y el agua vuelve a congelarse de noche en forma de hielo transparente.
  • La lluvia moja la carretera y forma charcos que se congelan al bajar las temperaturas.
  • Cuando la humedad del aire se condensa y forma neblina o rocío que después se congela sobre la carretera.
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Para que se forme el hielo negro la superficie de la carretera debe estar a una temperatura de 0 grados Celsius o inferior. Esto quiere decir que los puentes y pasos a desnivel son propensos a que se forme, debido a que el aire frío puede pasar por debajo del camino elevado. Las zonas sombreadas de las carreteras también son más propensas debido a que en ellas la temperatura es mucho más baja que en las zonas calentadas por el sol.

¿Cómo detectarlo?

Para detectar el hielo negro es muy útil conocer dónde se forma. Como mencionamos sobre estas líneas, se debe estar atento a puentes, pasos a desnivel, zonas en las que el agua pueda estancarse y las zonas sombreadas. Ten en cuenta que es menos probable que se forme hielo negro en las carreteras más transitadas. También es importante saber cuándo puede formarse el hielo negro, dado que la mayoría se forma cuando la temperatura desciende, es decir, debes estar más alerta desde la puesta del Sol hasta el amanecer. Mira constantemente el termómetro de tu coche: el peligro se encuentra a menos de 8 grados Celsius.

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¿Pero cómo puedes detectar algo que es tan difícil de ver? De noche debes estar atento a esas partes del asfalto que se ven un poco más oscuras y sombrías que el resto. En el día, busca las partes más brillantes de la carretera que parecieran estar húmedas, y ten cuidado con las zonas sombreadas. Julie Lee, directora nacional de AARP Driver Safety en Estados Unidos, recomienda que le des un buen vistazo al pavimento y lo revises antes de subirte al coche. ¿Cómo se siente? Si se siente seco, pero ves manchas en la carretera que lucen oscuras y brillantes, es probable que sea hielo negro. Si está seco y no ves nada, quizás todavía hay hielo negro pero solo en las áreas sombreadas.

También puedes identificar que hay hielo negro en el camino observando los coches que viajan frente a ti. Robert Sinclair Jr., portavoz de AAA Northeast, recomienda en el New York Times prestar mucha atención a los cauchos de otros coches. Si la carretera brilla como si estuviese húmeda y los cauchos salpican agua, probablemente no hay hielo negro. Pero si no salpican nada, ten cuidado.

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¿Qué hacer si pierdes el control sobre hielo negro?

Si te encuentras con un parche de huelo negro y comienzas a derrapar, levanta el pie del acelerador pero no pises los frenos. Frenar bloqueará los cauchos y deslizarás aún más. Sujeta con fuerza el volante y muévelo poco a poco haciendo correcciones a medida que puedas, pero no hagas ningún giro brusco o será peor.

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Por supuesto, lo mejor que puedes hacer es evitar perder el control al conducir con mucho cuidado sobre carreteras heladas. Mantente alerta y conduce lo más despacio que puedas, no te dejes influenciar por tus pasajeros u otros conductores para que vayas más rápido porque están apurados. O llegas a salvo a tu destino o mejor no vayas.