Los murciélagos vampiros llevan una dieta rica en sangre, su fuente primaria y casi única de alimentación. Sin embargo, el líquido rojo tiene todo tipo de peligros, además de una falta importante de otro tipo de “nutrientes”. ¿Cómo demonios han sobrevivido a base de este menú?
Existen tres tipos de murciélagos que solo beben sangre, el murciélago vampiro común (Desmodus rotundus), el murciélago vampiro de patas peludas (Diphylla ecaudata) y el murciélago vampiro de alas blancas (Diaemus youngi). Se sabe que los tres evolucionaron a partir de murciélagos que comen fruta, pero nadie está seguro del momento en que pasaron a nutrirse peligrosamente de la sangre.
Los investigadores cuentan que la subsistencia con sangre pura, la llamada hematofagia, es muy poco frecuente. La cantidad de líquido puede abrumar a los riñones, y demasiada puede causar un envenenamiento por hierro. Además, el exceso de proteínas tampoco es bueno para el cuerpo, y la sangre tiene un 93%, aunque extremadamente baja en carbohidratos y vitaminas. Todo esto sin contar con el peligro latente a las innumerables enfermedades transmitidas por la sangre.
Bien, con estos datos, un grupo de investigadores tomó muestras de los excrementos de los murciélagos para observar algo llamado “hologenoma”, un conjunto completo de genes de un organismo, incluidas todas las bacterias y otros microbios que hacen de esa criatura su hogar.
El equipo analizó el hologenoma del murciélago vampiro común enfrentándolo a varios murciélagos insectívoros, frutales o carnívoros para tratar de determinar qué hace que el murciélago vampiro sea tan extraño. ¿Resultado? Encontraron que los microbios intestinales en este murciélago eran una combinación especialmente única, una que la mayoría de los otros murciélagos (u otros mamíferos) no podrían soportar.
De hecho, se sabe que más de 280 de las especies bacterianas encontradas en los excrementos causan enfermedades en cualquier otro mamífero. Según ha explicado a la BBC la bióloga Marie Zepeda Mendoza, de la Universidad de Copenhague en Dinamarca:
Los datos sugieren que existe una estrecha relación evolutiva entre el microbioma intestinal y el genoma del murciélago vampiro para la adaptación al sanguivorio (que se alimenta exclusivamente de sangre).
No sólo eso, los investigadores también descubrieron que el genoma del murciélago vampiro tenía más transposones, también conocidos como “genes de salto”, genes en el ADN que pueden multiplicarse y moverse alrededor del genoma. De hecho, hubo un aumento de hasta 2 veces en la cantidad de un transposón en particular, MULE-MuDR, en el murciélago vampiro, en comparación con otros tipos de murciélagos investigados.
Las copias adicionales del transposón se encontraron principalmente en áreas relacionadas con la respuesta inmune, la defensa viral y el metabolismo. Los investigadores creen que esto ayuda al murciélago a procesar mejor la gran cantidad de sangre que puede ingerir por día, sin enfermarse.
Por tanto, la estrecha relación entre su genoma y el microbioma intestinal han conseguido que el murciélago vampiro se haya adaptado como nadie a un menú de lo más sanguinario. [Phys, BBC]