El iPhone 7 inició ayer un camino sin retorno para el mundo de los móviles, un camino que comienza a alejarse del conector de audio de 3,5mm con el que hemos convivido hasta ahora. ¿Cómo será ese mundo? En realidad será menos traumático de lo que la gente piensa.
No importa, por cierto, que no nos guste Apple o que no vayamos a comprar un iPhone 7. Tampoco importa mucho si estamos de acuerdo con la idea de que los fabricantes de móviles prescindan del venerable jack de audio en favor de conexiones digitales como el lightning de apple o el USB-C de los Android. Al final no se trata de una cuestión de conveniencia para el consumidor, sino de conveniencia para el fabricante (prescindir del conector jack es muy conveniente). En eso Apple siempre ha ido por libre.
También es una cuestión de competitividad. En el momento en el que Beats, Philips, Sony o la marca que sea lance unos auriculares con una sola ventaja diferencial que solo se pueda aprovechar mediante el conector digital, los demás fabricantes se subirán a ese barco en manada. Va a suceder. Nos guste o no y nos parezca bien o no.
En realidad, tampoco es que sea ningún drama. Asumiendo que el futuro pasa por prescindir del minijack en los móviles ¿cómo escucharemos música? Aquí van algunas claves.
Adaptadores y cables para no renunciar a tus viejos auriculares
Ni siquiera Apple, que suele colárnosla con todo tipo de adaptadores y cables opcionales que cuestan un dineral, ha ido por esa vía en esta ocasión. El cable necesario para pasar de Lightning a minijack viene incluido con el iPhone y, si por lo que sea lo perdemos, cuesta 9 dólares, que no es un precio muy exagerado. Los hay de otras marcas por 40.
Es perfectamente comprensible que a alguien que se haya gastado cientos de dólares o euros en unos auriculares no la haga ninguna gracia desprenderse de ellos. Afortunadamente, solo tendrá que añadir 5 cm de cable para seguir disfrutando de sus Shure o sus Grado. Más fácil imposible. Si no te gusta la idea de añadir un empalme y tus auriculares tienen cable extraible (como los V-Moda Crossfade, por poner un ejemplo), solo tienes que comprar un cable nuevo con Lightning en un extremo y minijack en el otro como este de Scosche. Incluye hasta controles de volumen.
Adiós a un solo estándar
Lo que sí es más molesto es que ya no habrá un estándar. Si usas dos dispositivos y uno es iOS, te encontrarás con que los auriculares para uno no valdrán para el otro. La solución pasará de nuevo por usar más adaptadores o cargar varios cables, pero pasará tiempo antes de que se alcance un estándar, y ese estándar probablemente será:
Bluetooth. Bienvenido al futuro inalámbrico
Siempre habrá audiófilos que echarán pestes ante la sola idea de escuchar música en unos auriculares bluetooth, igual que sigue habiendo exquisitos del gaming que echan pestes ante la sola idea de un ratón inalámbrico. Sin embargo, la base técnica para apoyarse en esa discusión cada vez es más pequeña. No solo es que sin cable sean más cómodos, es que hace mucho ya que Bluetooth mejoró significativamente su calidad de audio mediante algoritmos de compresión sin pérdida. Por otra parte, la conexión digital permitirá cargar los auriculares sin problema cuando se queden sin baterías.
Olvídate de los auriculares baratos durante un tiempo
El cambio a cables digitales obliga a meter más electrónica. En otras palabras, todo el mercado de auriculares tiene un nuevo peldaño de precio al que subirse y desde el que tentarte cuando vayas a la tienda a elegir unos nuevos. A la larga, probablemente los precios se estabilicen, pero por ahora los auriculares lightning van a ser más caros que los convencionales en el segmento de entrada. A niveles de audiófilo, los precios de los auriculares son tan altos que la diferencia no se nota tanto. Aparte de los Sennheisser que citamos arriba, tienes modelos como los Sony MDR-1000X (400 dólares) o los Audeze El-8 Titanium (800) que friegan el suelo con los Beats y los Airpods de Apple. Los primeros son Bluetooth. Los segundos Lightning.
Hay, en definitiva, muchas opciones para elegir, y a muchos precios. El abandono del minijack no debería ser ningún drama,y a la larga será beneficioso, aunque ahora mismo solo lo sea para los fabricantes.