El ejército de Estados Unidos quiere algo que ya hemos visto en la literatura: alistar un “ejército” de criatura marinas para ayudarlos a rastrear submarinos enemigos en el mar. El programa Persistent Aquatic Living Sensors también podría modificar especies existentes para convertirlas en mejores espías.
Para ser más específicos, detrás de este polémico programa que ya ha encontrado una fuerte oposición de grupos de activistas, se encuetra DARPA, actualmente el ala de investigación y desarrollo en el Pentágono. La agencia explicó hace unos días a través de su web de qué trataba PALS:
Se trata de un programa que estudiará los organismos naturales y modificados para determinar cuáles pueden soportar mejor los sistemas de sensores que detectan el movimiento de vehículos submarinos tripulados y no tripulados.
Por tanto, la idea es registrar la vida marina, desde bacterias, plancton y corales, hasta peces y mamíferos, que de alguna manera reaccionan a la presencia de barcos u objetivos cercanos. Para DARPA, esas reacciones representan datos valiosos. “El programa simplemente planea observar los comportamientos naturales y únicos de los organismos marinos en presencia de objetivos de interés, y procesar esos datos para proporcionar una alerta”.
Si los militares pueden desarrollar un sistema para detectar las reacciones de la vida marina a los barcos que pasan, en teoría podría monitorear todos los océanos del mundo en busca de actividad enemiga, y hacerlo de manera más económica y efectiva que con sensores puramente artificiales. Según DARPA.
Más allá de la pura ubicuidad, los sistemas de sensores construidos alrededor de organismos vivos ofrecerían una serie de ventajas sobre el hardware solo.
Lo que quieren decir es que la vida en el mar se autorreplica y es autosuficiente, por lo que los militares no tendrían que mantener el posible hardware que se descompone o se oxida. Además, la vida marina percibe su entorno de diferentes maneras, lo que da a los analistas militares una visión más completa de los océanos:
La evolución le ha dado a los organismos marinos la capacidad de detectar estímulos a través de dominios: táctiles, eléctricos, acústicos, magnéticos, químicos y ópticos. Incluso la extrema poca luz no es un obstáculo para los organismos que han evolucionado para cazar y evadir en la oscuridad.
Sea como fuere, desde la agencia explican que ahora mismo PALS es simplemente un programa “de investigación”, uno que no está exento de polémica. Organizaciones como Greenpeace ya han censurado la intención del programa, ya que “ahora también quieren involucrar realmente a los mamíferos marinos en sus planes, en lugar de convertirlos en víctimas”.
Por su parte, DARPA ha explicado a Motherboard que no tienen intención de incluir especies en peligro de extinción y “mamíferos inteligentes” en el programa PALS, aunque no está muy claro a qué se refiere la agencia con “inteligente”. Se sabe que la Marina ya cuenta con delfines entrenados y leones marinos para encontrar minas submarinas y otros objetos.
Por último, la agencia propone modificar algunas especies para optimizar sus sentidos y detectar objetos artificiales, y las razas resultantes serían esencialmente organismos genéticamente modificados que podrían interrumpir o incluso colapsar los ecosistemas existentes. [Motherboard]