El gobierno de Finlandia ha criticado públicamente a Microsoft por la nueva oleada de despidos en la filial de Espoo. Con la compra de Nokia, la compañía se comprometió a mantener el diseño y la producción de toda su gama de smartphones en el país nórdico, pero el fracaso de Lumia complicó las cosas.
“Estoy decepcionado por las promesas (iniciales) que hizo Microsoft”, dijo el ministro de finanzas finlandés en un pleno del parlamento. “Un ejemplo es que el centro de datos no se materializó pesar de la promesa de la compañía”. Tras hacerse con la división de dispositivos y servicios de Nokia en 2013, Microsoft habló de crear un datacenter en su nueva sede de Finlandia.
De los 25.000 empleados que ganó Microsoft con la compra de Nokia, cerca de la mitad han perdido su trabajo. Esta semana se anunciaron 1.850 nuevos despidos: 1.350 en la filial finlandesa. Nokia era la compañía más importante de Finlandia, el motor del espectacular crecimiento económico del país en la década del 2000. Ahora la economía está estancada porque no hay puestos de sustitución.
“La empresa debe cargar con toda la responsabilidad por lo que han hecho despidiendo a la gente”, expresó el ministro de empleo Jari Lindstrom. El gobierno asegura que mantendrá “serias conversaciones” con Microsoft sobre cómo ayudar a encontrar un nuevo empleo a los que se han quedado sin él.
La cuota de mercado de Windows en el móvil cayó al 1% el trimestre pasado. En Espoo, una empleada de Microsoft aseguró a la agencia AFP que ya no se producirán más teléfonos. Desde Microsoft dicen que volverán a desarrollar “nuevos y geniales dispositivos”, pero no parece que vaya a haber nuevos Lumia en un futuro próximo. [Reuters]