Facebook arrancó 2018 anunciando un cambio en los algoritmos que controlanel flujo de publicaciones. Según la propia red social, el cambio busca priorizar los contenidos de nuestros familiares y amigos sobre las noticias. En algunos países, sin embargo, el cambio tiene un efecto secundario muy preocupante.
Uno de los países seleccionados por Facebook para hacer de conejillo de indias de su nuevo algoritmo ha sido Bolivia. Desde octubre, los medios de comunicación del país han visto como su tráfico profeniente de Facebook caía en picado (el algoritmo relega las noticias a una nueva pestaña llamada Explore). Hasta ahí parecía que el cambio estaba dando el efecto deseado. Sin embargo, lo que ha ocurrido es que ahora es mucho más difícil leer noticias que no provengan de medios oficiales afines al gobierno. Las noticias de medios independientes han dado paso a lo que los usuarios decidan compartir, y eso significa un auge de contenidos viejos o abiertamente falsos.
En Eslovaquia, donde el parlamento está bajo el control de una minoría de extrema derecha, el nuevo algoritmo de Facebook ha provocado una bajada del 30% en el tráfico a medios de comunicación proveniente de Facebook, y también un auge de las noticias falsas.
El especialista en redes sociales de la web de noticias Denník N, Filip Struharik, explica al New York Times que el cambio ha permitido la difusión de bulos que propagan el odio como la historia de un musulmán que confesó haber puesto una bomba en un mercado navideño a un católico que le devolvió una cartera perdida. “La gente no suele compartir noticias aburridas o con datos aburridos”, añade Struharik.
El cambio en el algoritmo no funciona igual en todos los países, pero en estos dos casos dónde ya se está probando el resultado es justamente lo contrario a lo que se pretendía. Quizá el problema de Facebook no sea solo lo que los medios publican, sino lo que los usuarios seleccionan para compartir en sus muros. [vía New York Times]