Hace apenas un par de meses, todo pintaba de color de rosa para la compañía estadounidense GT Advanced Technologies. El fabricante de sistemas ópticos industriales se había convertido en el principal proveedor de cristal de Zafiro para Apple. Esta semana, sin embargo, la compañía anuncia su bancarrota, pide permiso para cerrar dos fábricas, y culpa a Apple de su desgracia. ¿Qué ha pasado entre GT Advanced y Apple?
Los documentos relativos a la solicitud de bancarrota no son muy específicos. Los responsables de GT Advanced tan solo se quejan de que los términos del contrato que alegremente firmaron con Apple hace menos de un año, ahora les parecen abusivos. ¿Qué nos hemos perdido?
Según Fortune, GT Advanced ha firmado también una cláusula de confidencialidad que le obliga a no hacer públicos ciertos datos de su acuerdo con Apple y de los productos que hace para la compañía bajo pena de sanciones de hasta 50 millones de dólares por cada filtración. Evidentemente, esto no ayuda a que conozcamos todos los pormenores sobre el asunto, pero hay algunos datos que aclaran bastante la situación.
El último de cuatro pagos
En noviembre de 2013, Apple anunciaba la construcción de la mayor planta del mundo para la fabricación de zafiro sintético en Mesa, Arizona. La empresa que iba a gestionar esa planta es GT Advanced. Según datos del Wall Street Journal, Apple se comprometió a una inversión inicial de 578 millones de dólares en la planta.
Esa inversión se ha ido materializando a lo largo de 2014 en tres pagos que ascienden a 439 millones de dólares y que la propia GT ha hecho públicos en sus resultados financieros. Faltaba un último pago de 139 millones de dólares que Apple tenía que hacer efectivo en octubre, pero que ha decidido posponer. ¿Por qué?
Las nuevas máquinas de GT
La respuesta a esa pregunta es la misma que la respuesta a por qué Apple no ha integrado cristal de zafiro en sus iPhone 6 y 6 Plus. En agosto de este año, el CEO de GT Advanced, Tom Gutierrez, anunció un incremento de la producción de cristal de zafiro por valor de 90 millones de dólares.
Simultáneamente, un informe de la administración de industria y comercio estadounidense indicaba que la compañía había experimentado pérdidas debido a ineficiencias en la producción de cristal de zafiro de alta calidad, y a parones derivados de la propia remodelación de la fábrica. Gutierrez se mostró confiado en el futuro de la planta, apuntando también a la inversión de 139 millones que Apple tenía que completar en octubre. GT Advanced también estaba instalando unas nuevas máquinas para producir cristal de zafiro en mayor cantidad (hornos más grandes), y con un grosor más fino y adecuado para dispositivos electrónicos.
Estándares de calidad
Todos los rumores apuntaban a que las pantallas del iPhone 6 y el 6 Plus iban a venir recubiertas de una capa de cristal de zafiro supuestamente indestructible. Sin embargo, no fue así. Apple mantuvo su actual acuerdo con Corning para su Gorilla Glass 3. Según fuentes internas de Apple a las que ha tenido acceso el Wall Street Journal, ingenieros de la compañía probaron varios prototipos con este maerial, pero ninguno de ellos logró superar las pruebas de rotura y los estándares de Apple. Se rompían con demasiada facilidad. Según parece, los nuevos hornos de GT Advanced no eran capaces de producir cristal de zafiro lo bastante sólido, así que Apple decidió no utilizarlo en sus teléfonos y retrasó el último pago a la espera de noticias de su proveedor.
Después de asociarse casi en exclusiva a Apple, de invertir un dineral en maquinaria para la planta de Mesa, y de no poder vender el cristal de zafiro que las nuevas máquinas producen, los responsables de GT no vieron otra salida que declarar la bancarrota y solicitar la intervención de la empresa para enderezar su curso. En el proceso, las acciones de la compañía se desplomaron un 93% arrojando una pérdida de valor estimada en 1.400 millones de dólares.
Apple sigue teniendo un problema
En realidad, la quiebra de GT Advanced es también un problema para Apple. La compañía ha invertido mucho en la fabricación de cristal de zafiro y sigue necesitando el material. No solo están los 578 millones de dólares. Los de Cupertino también pagaron 113 millones por la propia planta de Arizona, que ahora alquilan a GT Advanced.
No existen suficientes proveedores de cristal de zafiro como para que Apple simplemente se desentienda de la bancarrota de GT Advanced y firme con otra compañía. Por otra parte, es muy probable que el tribunal obligue a Cupertino a participar en el reflote de GT. Le guste o no, ahora está metida de lleno en el negocio de la fabricación de materiales ópticos de alta calidad. Analistas como Mark Hibben estiman que Apple tendrá que invertir en torno a mil millones de dólares más para poder cambiar las máquinas de GT o ajustarlas y que produzcan cristal de zafiro de la suficiente calidad.
¿Cómo afecta esto al Apple Watch?
Los datos de que disponemos hasta ahora indican que el problema con GT Advanced ha afectado sobre todo a los nuevos iPhone, que se han quedado sin pantallas de cristal de zafiro. No parece probable que la bancarrota del proveedor de Apple se traduzca en problemas para componentes muy pequeños que ya se hacen en este material, como los sensores Touch ID o las ópticas de las cámaras.
El Apple Watch ya es otro asunto. De las tres versiones del reloj de Apple, la más asequible no lleva cristal de zafiro, así que el problema en la planta de Arizona no debería afectar a su fecha de lanzamiento. Sin embargo, las versiones de metal y de alta joyería del dispositivo, podrían enfrentar un retraso, o estar disponibles en cantidades muy pequeñas. El culebrón del zafiro acaba de comenzar, y aún hay que esperar a la decisión de los tribunales, y a ver hasta qué punto Apple se decide (o la obligan) a embarcarse en un mercado que le es bastante ajeno.
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