El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) está siendo una fuente vital de información tanto para los habitantes de Hawái como para los medios que cubren los devastadores efectos de la erupción volcánica del Kilauea. Pero todos tenemos derecho a tomarnos un respiro y ocupar parte del tiempo en tonterías.
Así que, entre imágenes inverosímiles de los flujos de lava que salen de las grietas del suelo y avanzan por las calles de Leilani Estates...
...y actualizaciones en directo sobre las explosiones del volcán que elevan columnas de ceniza hasta los cuatro mil metros de altitud...
...el USGS recibió una pregunta intrigante:
“¿Es seguro asar malvaviscos sobre los respiraderos volvánicos? Suponiendo que tengas un palo lo suficientemente largo, quiero decir”.
La respuesta tardó apenas cinco minutos en llegar:
“Emm... vamos a tener que decir que no, que eso no es seguro. (¡Por favor, no lo intentes!). Si el respiradero estuviera emitiendo una gran cantidad de dióxido de azufre o sulfuro de hidrógeno, los malvaviscos sabrían muy mal. Y si agregaras ácido sulfúrico (del vog, por ejemplo) al azúcar, obtendrías una reacción bastante espectacular”.
En otras palabras, asar malvaviscos en el volcán Kilauea o sobre los ríos de lava que van abriéndose paso por la isla sería doblemente peligroso. Por un lado, porque no debes acercarte a la roca fundida (está al rojo vivo y avanza muy rápido). Por otro, porque sus gases son tóxicos y saben muy mal.
Ah, y si te has quedado con ganas de saber qué aspecto tendría esa “reacción espectacular” entre el azúcar y el ácido sulfúrico, aquí la tienes:
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