
Las imágenes que vemos de este río con arroyos naranjas, aunque espectaculares e incluso bellas, son realmente terribles para el medio ambiente. El singular paisaje se ha producido por culpa de una mina abandonada en los Montes Urales.
Las espectaculares imágenes son obra del blogger ruso Sergey Zamkadniy a través de un dron, quién capturó las escenas la semana pasada. Como decíamos, el origen proviene de los desechos de la mina Levikhinsky, una mina de cobre abandonada cerca del pueblo de Lyovikha en la parte occidental de Siberia.
Según las autoridades, quienes han abierto una investigación, se suponía que los desechos se almacenarían dentro de los estanques para ser tratados, pero parece que las recientes lluvias en la región los han desbordado. No sólo eso. El temporal en la zona también ha causado el derrumbe de una presa y destruyeron varios edificios. Según ha explicado Marina Kanatova, portavoz del gobierno:
La fiscalía del distrito de Nizhny Tagil ha comenzado a revisar las instalaciones que tratan las aguas residuales de la mina Levikhinsky. Los especialistas tomarán muestras para establecer si el tratamiento del agua ácida de la mina cumple con las normas.

Según aseguran los medios locales, el gobierno regional de Sverdlovsk había pedido que se sellara la mina, pero Moscú se negó porque aún había recursos valiosos.
Veremos en qué acaba lo ocurrido en Lyovikha. El pueblo ya ha lidiado con las dificultades de la mina que se cerró hace décadas. Desde entonces, la zona es mejor conocida como lugar de misterios extraños y ciertamente macabros, incluido el descubrimiento de 248 fetos momificados y más de una docena de mujeres muertas en dos incidentes separados. [The Guardian]