
Los sistemas de seguridad diseñados para hogares suelen ser sistemas fijos con sensores, cableado y otros componentes que pueden tardar días en instalarse. Si necesitas algo más temporal, portátil y mucho más fácil de implementar, puedes comprar un perro, o sino el nuevo Spexor de Bosch: un sistema de seguridad autónomo que puede lanzar un aviso de forma remota a tu teléfono en caso de que alguien entre a robar en tu casa.

El Spexor, que parece un altavoz inteligente compacto o uno de esos ambientadores que se colocan encima del inodoro, reemplaza el perfume por un conjunto de micrófonos, sensores de movimiento e incluso un sensor de presión que permite que este compacto dispositivo determine con precisión si se ha producido un robo. Con una batería recargable que dura varias semanas seguidas —según Bosch— el Spexor está diseñado para usarse en lugares donde la instalación de un sistema de seguridad completo no es factible, resulta demasiado caro o simplemente demasiado complejo. Ideal para lugares como trasteros, caravanas o habitaciones concretas de la casa.

Los sensores del Spexor funcionan todos a una para determinar si lo que han detectado representa realmente una amenaza o no. En un ejemplo que da Bosch, si una pelota de fútbol golpea en el cobertizo de las herramientas mientras los niños juegan en el patio de fuera, los sensores de sonido y presión registrarán el incidente, pero no mandarán una alerta. Sin embargo, si algo o alguien rompiera una ventana del cobertizo, alertaría silenciosamente al propietario a través de una aplicación conectada de forma inalámbrica o haría sonar una fuerte alarma y encendería un flash para intentar ahuyentar al posible intruso, dependiendo de cómo haya sido configurado. Sin embargo, no grabará ningún incidente y no analizará ni almacenará datos de voz, ya que Bosch ha puesto especial prioridad en la privacidad de los datos grabados con el dispositivo.
Además de una buena variedad de sensores, el Spexor también emplea diferentes formas para alertar de forma remota al contacto de emergencia definido a través de la aplicación que viene con el aparato, que también incluye wifi, Bluetooth y una tarjeta eSIM integrada. Además de gastar unos 240 euros por el dispositivo en sí, los usuarios que deseen aprovechar la función eSIM tendrán que gastarse 12 euros adicionales al año, aunque el primer año de servicio es gratis.