
No hay mejor ejemplo de la batalla entre forma y función que los smartwatches. Por un lado están los modelos aparatosos que hacen prácticamente todo lo que hace tu móvil, y por el otro los delgados que miden tus calorías y poco más. Con el Vívomove HR, Garmin finalmente podría haber conciliado ambos mundos.
El nuevo smartwatch de la compañía logra algo muy difícil: esconder una respetable cantidad de funciones bajo la apariencia delgada y elegante de un reloj analógico convencional.
Garmin describe su nuevo Vívomove HR como un híbrido, que a menudo es la palabra para definir algo ensamblado a partir de partes muy diferentes que trata de aunar lo mejor de dos mundos. Desgraciadamente, cuando se trata de gadgets la palabra híbrido a menudo significa que vas a tener que renunciar a cosas. Este caso también aplica aquí.
Disponible en colores negro y rosado con correa de silicona y esfera de plástico por 200 dólares, o en metal y cuero por 3oo el Vívomove HR parece un reloj totalmente convencional. No tiene botones ni corona y su diseño no tiene ni números en la esfera.
Garmin ha posicionado el reloj como un medidor deportivo, y por ello resiste bien el sudor o el agua de la ducha. Pese a ello, pasa perfectamente como reloj para enseñar en momentos más formales.
Por supuesto, nadie va a confundir el Vívomove con un Rolex, y el hecho de que su esfera sea de plástico en lugar de cristal es un poco decepcionante. Con un precio base de 200 dólares al menos podían haber elegido materiales más duraderos.

Por lo menos, el material hace que el reloj sea excepcionalmente fino, ligero y cómodo de llevar. La mayor parte del tiempo, el reloj parece exactamente eso. Solo cuando levantas la muñeca y la giras para mirar la hora es cuando una pantalla LCD monocroma oculta aparece en la parte inferior de la esfera.

Esta pantalla es tan básica como puedes imaginar. La resolución es abismal y su contraste no es muy bueno, lo que significa que no se ve muy bien a pleno Sol. Probablemente no es la característica más llamativa del reloj, pero al menos cumple su función, que es ofrecer al usuario información básica sin que tengas que cargarlo cada noche.

Garmin promete unos cuatro o cinco días de autonomía con un uso intenso, y hasta dos semanas si solo lo usas como reloj convencional. Es una buena noticia. La mala es que el cable de carga es propietario y te acompañará en todos tus viajes.

La pantalla principal se puede personalizar desde una aplicación para el móvil para que muestre diferente información como el tiempo, el ejercicio que llevamos o los controles para la música. Esta pantalla permanece unos segundos cuando levantamos el reloj. Si no hacemos nada vuelve a reposo, si deslizamos el dedo por encima accede al resto de funciones. Un dato curioso: las manecillas analógicas suenan bastante si las escuchamos en un entorno muy silencioso.
El Vívomove HR tiene todas las funciones de seguimiento de actividad que han hecho famosos a los dispositivos de la compañía. Eso incluye sensor cardíaco cuya sensibilidad es comparable a la del Apple Watch y métricas obtenidas mediante sensores de movimiento. Garmin asegura que también es capaz de medir el estrés del usuario por las fluctuaciones cardíacas y reconoce movimientos repetitivos para diferenciar entre deportes como natación o ciclismo.
Siempre he sido fan de las funciones deportivas de los Garmin. Es la marca que sigo recomendando a los que me preguntan por un medidor de actividad, y este modelo no hace sino reafirmarme. Tiene todo lo que un deportista amateur puede necesitar.
Como smartwatch, es muy básico. Las notificaciones copian lo que nos llegue al smartphone (mensajes de texto, correos y llamadas), pero eso es todo. Solo puedes ver unas pocas palabras de cada mensaje en su pequeña pantalla y no hay opción de contestar desde el reloj. Se puede usar como mando a distancia para el reproductor de música, pero no hay aplicaciones o funciones más avanzadas.

El Vívomove HR no es rival para el Apple Watch, pero es que tampoco es ese su objetivo. No se trata de un smartwtch para los entusiastas de estos dispositivos que aprovechan hasta su última función. Lo que hace es ofrecer las características más básicas y un sistema de medición deportiva muy sólido que hasta incluye monitor cardíaco.
Lo que sí puede hacer el Vívomove HR es quitarle a los demás smartwatch los usuarios que no quieren una pantalla enorme y brillante sujeta a sus muñecas, sino un reloj de aspecto más tradicional con unas cuantas funciones interesantes con las que estar conectado.
En Resumen
- Es el primer smartwatch con funciones deportivas sólidas y que no parece un smartwatch.
- Una sólida opción como wearable si no quieres tener que cambiar entre el medidor de actividad y una opción algo más elegante.
- El uso de cable de carga propietario es un fastidio.
- La esfera de plástico se ralla con bastante facilidad.
- La pantalla del Vívomove HR limita mucho la cantidad de información que puede mostrar y no se ve muy bien a pleno Sol.
- El sistema operativo del reloj no permite aplicaciones.
- El motor que mueve las agujas puede ser un poquito ruidoso a veces.