Si no lo consigues, vuelve a intentarlo. Esa es la filosofía de José María Madiedo, astrónomo de la Universidad de Huelva que, durante más de 10 años, ha intentado capturar el impacto de un meteorito en la luna durante un eclipse lunar. Lo consiguió ayer, durante la “Superluna de Sangre del Lobo”.
El muy esperado eclipse no decepcionó. Millones de personas contemplaron el cielo nocturno para ver el impresionante tono rojo cobrizo que envolvió el satélite natural de nuestro planeta. Lo increíble es que, a medida que se desarrollaba el eclipse del 21 de enero, algunos observadores notaron un pequeño destello blanco en las retransmisiones en línea. Algunos sospecharon que el flash había sido causado por un meteorito, y resultó que tenían razón.
José Madiedo confirmó estas sospechas. Según ha tuiteado, un impacto lunar tuvo lugar a las 5:41 am hora española peninsular. Una fotografía muestra claramente un punto blanco amarillento en el cuadrante superior izquierdo de la luna, a oscuras durante la fase de totalidad del eclipse.
Los astrónomos ya habían grabado impactos en la luna antes, pero esta es la primera vez que se captura uno durante un eclipse lunar, un logro que ha tardado 20 años en hacerse realidad. Comenzaron a monitorizar sistemáticamente los destellos de impacto en 1997, un esfuerzo que se convirtió en el Sistema de Detección y Análisis de Impactos de la Luna, o MIDAS, una encuesta realizada por la Universidad de Huelva y el Instituto de Astrofísica de Andalucía. Madiedo se unió al proyecto en 2008. Usando datos astronómicos de múltiples observatorios, MIDAS indentifica el momento en que un meteorito golpea las partes oscuras de la superficie lunar.
“Monitorizamos la región nocturna de la luna para identificar los destellos de impacto. De esta manera, estos flashes están bien contrastados con el fondo más oscuro”, explicó Madiedo a Gizmodo. “Generalmente monitorizamos cinco días antes y cinco días después de la luna nueva. También vigilamos los eclipses lunares, ya que durante estos eclipses el suelo lunar está oscuro”.
Los telescopios utilizados por MIDAS están equipados con cámaras de vídeo de alta sensibilidad y graban continuamente durante la sesión de observación. Estos vídeos luego se analizan mediante un software que identifica automáticamente los destellos de impacto lunar y calcula su posición en la luna. Madiedo dijo que el sistema puede detectar el momento de un destello de impacto con una precisión de aproximadamente 0,001 segundos. Desde 2015, el equipo aplica filtros fotométricos a algunos de sus telescopios, lo que les permite determinar la temperatura de estos destellos.
MIDAS nunca había capturado (hasta antes de ayer) un meteorito durante un eclipse lunar total, pero no fue por falta de intentos. Madiedo no sabe la cantidad exacta de eclipses que MIDAS ha monitorizado hasta la fecha, pero dijo que han monitorizado todos los que el clima ha permitido ver desde que empezó la encuesta. Otros grupos también intentan detectar destellos lunares durante los eclipses, dijo Madiedo, pero ninguno ha tenido éxito hasta ahora.
Normalmente, el equipo de Madiedo usa cuatro telescopios para monitorizar la Luna, pero esta vez decidieron usar ocho. Se requirió un trabajo considerable para configurar y probar los nuevos instrumentos.
“En total, pasé casi dos días sin dormir, incluido el tiempo de monitorización durante el eclipse”, explicó Madiedo a Gizmodo. “Pero hice un esfuerzo extra para preparar los nuevos telescopios porque tenía la sensación de que esta vez ocurriría, y no quería perderme un destello de impacto. Un instrumento tuvo un problema técnico y falló. Estaba agotado cuando terminó el eclipse, pero cuando el software de detección automática me notificó del destello brillante, salté de la silla. Fue un momento muy emocionante porque sabía que nunca se había registrado antes”.
Madiedo dijo que un destello de impacto de esta magnitud sucede una vez cada 7-10 días. Su equipo aún no ha analizado todos los datos, pero una estimación preliminar es que el objeto, probablemente un asteroide pequeño, tenía una masa de alrededor de 10 kilogramos.
Al estudiar estos flashes, los científicos pueden obtener mejores estadísticas sobre la tasa de impactos lunares y, en consecuencia, la cantidad de veces que la Tierra es alcanzada por objetos de tamaño similar.
En una nota relacionada, un estudio reciente sugirió que la tasa de grandes impactos de asteroides en la Tierra aumentó hace unos 290 millones de años. Se llegó a esta conclusión estudiando la historia de los cráteres de impacto en la superficie lunar. Nuestra luna no se parece en nada a la Tierra, pero cuando se trata de impactos celestes, tenemos una historia compartida.