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Hallan nuevos restos donde apareció el ordenador más antiguo del mundo

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Se le conoce como el ordenador más antiguo del mundo y, ciertamente, es una pieza muy inusual. El mecanismo de Anticitera es una calculadora mecánica diseñada para prever la posición del Sol, la Luna, y algunos planetas. Se cree que fue construida nada menos que en el año 87 antes de Cristo. Sus engranajes aparecieron en los restos de un naufragio junto a la isla griega de Anticitera. Ahora, un equipo de arqueólogos ha vuelto a sumergirse en esas aguas y está encontrando nuevos restos.

El naufragio de Anticitera se descubrió hace mucho, en 1900. Los pescadores de perlas de la zona fueron los primeros en localizar todo tipo de restos de un navío griego cargado hasta los topes con tesoros provenientes de Asia con destino a Roma. Entre ellos apareció el fascinante mecanismo para predecir eclipses.

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Anverso y reverso del mecanismo de Anticitera, junto a una reconstrucción de cómo pudo ser su aspecto original basada en exámenes de rayos X. Foto: Wikimedia Commons

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Con el tiempo, diferentes equipos de arqueólogos han logrado recuperar numerosos restos en las inmediaciones del naufragio, pero el lugar donde reposa el pecio tiene un problema: está a demasiada profundidad. Los 55 metros de esa zona hacen que sea muy peligroso para buceadores convencionales explorar los restos con seguridad.

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Ahora, un equipo internacional de arqueólogos dirigidos por el Instituto Oceanográfico Woods Hole, y el departamento griego encargado de la conservación de antiguedades marinas han iniciado una nueva expedición bautizada como Return to Antykythera. En lugar de equipos de buceo convencionales, los investigadores bajan hasta el lugar del naufragio en un traje de buzo de última generación que les permite estar tres horas bajo el agua.

Los escáneres en 3D realizados mediante sumergibles a control remoto han arrojado un montón de datos nuevos sobre el naufragio. El barco es mucho más grande de lo que se creía (50 metros de longitud) y la mayor parte de su carga todavía está esperando oculta en el sedimento marino. Los buzos ya han comenzado a recuperar diversos restos como anclas, jarras, o una lanza y una esfera de bronce. La expedición se muestra optimista sobra la posibilidad de localizar nuevos tesoros, entre ellos quizá algún mecanismo de la complejidad del primero. [vía Instituto Oceanográfico Woods Hole]

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Fotos: Return to Antikythera 2014

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