Qué buenas fotos saca la gente ¿verdad?. Entras en Twitter o en Instagram y todo son fotones hechos con tal o cual móvil. Uno sale con ganas de tirar el suyo a la basura, pero ¿y si no es el móvil? ¿Qué pasa si un usuario que no tiene ni idea de fotografía usa uno de esos smartphones de gama alta?
En Gizmodo en Español hemos seleccionado a un inútil y le hemos prestado los tres terminales Android que presumen de tener la mejor cámara del mercado: el Google Pixel 2XL, el Samsung Galaxy S9+, y el Huawei P20 Pro. Después, hemos soltado a este personaje por la calle armado con un sombrero (necesitamos que siga escribiendo y hacía mucho sol) y una lista de cosas a fotografiar en diferentes momentos del día.
Saludad al inútil:
Cuando todos sacan buenas fotos menos tú
El objetivo de esta comparativa, más allá de intentar sacarte una sonrisa, es tratar de arrojar un poco de luz sobre cómo es el día a día con estos tres terminales más allá de las patrañas que tratan de colarnos en redes sociales.
¿Por qué patrañas? Porque la mayor parte de los influencers y fauna del social media sabe perfectamente cómo sacar fotos. Forma parte de su trabajo. Sin embargo, juegan a la falsa modestia (o a promocionar un producto).
Trastear con el modo manual de A Better Camera durante cinco minutos ignorando las miradas asesinas de tu pareja, tomar 17 fotos del mismo rincón, seleccionar la mejor, pasarla por Snapseed, Lightroom, VSCO o Instagram, y encima tener la cara dura de poner: ¡Que buenas fotos saca este móvil! #teamestemovil #nofilters no hace sino distorsionar la información que los demás usuarios necesitan a la hora de elegir un dispositivo.
La realidad cotidiana de la gente suele ser completamente diferente. Mucha personas no usan más aplicación de cámara que la que viene instalada con su teléfono. Tampoco usan programas de retoque, ni siquiera se preocupan de examinar las posibilidades que ofrecen los ajustes manuales de la cámara. ¿RAW? ¿Eso no es un punto de la carne? A veces ni siquiera se acuerdan de enfocar en el punto correcto de la pantalla para equilibrar el contraste. Y lo más importante de todo es que...
Sacar fotos debe ser algo divertido y espontáneo, una interrupción fugaz que nos sirva para recordar lo bien que lo estamos pasando, no para rememorar la sobertana turra que les dimos a amigos y familares por encontrar el encuadre perfecto para rascar likes en Instagram. Un smartphone de gama alta que se precie debe estar a la altura de esa espontaneidad con un modo automático a prueba de balas. Poner a prueba ese modo es el objetivo de esta comparativa.
Pero antes, un pequeño repaso a los contendientes.
Las cámaras del Pixel 2XL
El Pixel 2XL parece el más simple de los tres en términos de hardware, y sin embargo se ha ganado un sitio en esta comparativa con solo una cámara principal. ¿Cómo es posible que saque fotos tan buenas? La respuesta está oculta debajo de la cámara y, como todo lo que suele hacer Google, implica mucha inteligencia artificial. Valores como la exposición, el enfoque o el contraste no los decide solo el chip de la cámara, sino una de las famosas redes neurales de reconocimiento de imagen de la compañía.
La cámara del Pixel 2 o 2XL equipa un sensor Sony de doble pixel que le ayuda a medir la profundidad. También está estabilizada en la óptica, no por software. Finalmente ha perfeccionado tanto el HDR que en realidad cada vez que tomamos una foto no tomamos solo una, sino hasta 10 que se interpolan.
Las cámaras del Huawei P20 Pro
El P20 Pro es el extremo opuesto al Pixel. Su apuesta es el hardware, y es una apuesta a lo grande. En lugar de dos cámaras principales, el P20 Pro tiene tres de 40, 20 y 8 megapíxeles respectivamente. ¿Significa esto que toma fotos de 40 megapíxeles? Sí, pero no te recomendamos activar ese modo. La magia nocturna del P20 se debe a que combina la información de las tres cámaras a la vez. El sensor de 20 megapíxeles es monocromo. Su labor es solo captar la luz sin filtros de color. El sensor de 40 ayuda a reducir el ruido, a enfocar y a elevar el zoom hasta un increíble 5X sin pérdida de calidad. Por supuesto, la cantidad de esfuerzo computacional que hay detrás de cada foto es notable. Ninguno de los smartphones de esta comparativa saca fotos en el sentido tradicional de la palabra. Más bien las calculan.
Lo mismo aplica a la cámara delantera, cuyos sensor tiene 24 megapíxeles. Esta resolución disparada se usa para calcular la profundidad de la cara en los selfies y aplicar filtros de retoque con más naturalidad.
Las cámaras del Samsung Galaxy S9
Llegamos al último móvil de esta comparativa. El Galaxy S9 tiene dos cámaras principales de 12 megapíxeles cada una. La segunda integra una óptica tele que ayuda en cosas como el zoom y el enfoque dinámico en modo retrato.
Lo realmente nuevo en el S9 es que la apertura de las cámaras es variable por hardware. Oscila entre f/2.4 y f/1.5. Esto permite al móvil combinar ambas para amplificar la luz en tomas nocturnas o con muy poca luminosidad. En el modo Pro es más fácil ver esto, pero recordemos que tenemos al volante a alguien que no tiene ni idea (o no la quiere tener a efectos de esta comparativa).
Las normas de la comparativa
- Todas las fotos son en modo automático, apenas hemos jugado un poco con el enfoque en pantalla. El HDR estaba activado por defecto.
- Las fotos de la comparativa se han escalado a 1.600 píxeles de ancho o de alto (usando Adobe Photoshop) para que el artículo no tarde una eternidad en cargar y recortado un poco para adaptarse al formato de la galería.
- El orden de aparición es siempre en mismo (alfabético por marca): Google Pixel 2XL / Huawei P20 / Samsung Galaxy S9.
- Todas las fotos: Carlos Zahumenszky para Gizmodo en Español.
Foto diurna (a pulso)
La primera prueba ya adelanta algo que va a ser constante. El Pixel 2XL no maquilla las fotos. El S9 las maquilla un poco más, y el P20 las maquilla muchísimo.
Foto diurna (con trípode)
¿Qué pasa cuando reducimos la cantidad de luz y añadimos una tonelada de detalle? Una foto en un bosque en penumbra lleno de hojas es la prueba perfecta para comprobarlo.
Foto de alto contraste (con trípode)
Esta es una de las situaciones más complejas a las que tiene que enfrentarse una cámara. Tomar una foto de un paisaje bañado uniformemente por el sol es fácil, pero una escena en la que hay objetos en penumbra y otros muy iluminados es otro cantar. Si no se balancea bien, unos se quemarán o los otros quedarán negros. Es la clásica situación de foto retrato bajo una sombrilla a pleno sol.
Foto zoom (con trípode)
Primero os ofrecemos la foto sin zoom de cada uno, luego la foto con el zoom al máximo (centrado en el pueblo que hay al fondo). El S9 se lleva este tanto gracias a su segunda cámara tele con zoom óptico 2x, pero en general el resultado de los tres es demasiado pixelado.
Foto atardecer (a pulso)
Foto atardecer (con trípode)
El diablo está en los detalles, y en esta imagen es muy interesante ver cómo procesan los tres móviles detalles tan diminutos como las ramitas del arbusto a la izquierda. El P20 gana por goleada, aunque se equivoca un poco con el ajuste de color.
Foto nocturna (a pulso)
En las fotos nocturnas el S9+ tiene un problema (o una virtud, según se mire): ilumina tanto la imagen que parece que está atardeciendo cuando no es para nada así. El P20 se lleva de calle esta categoría con menos grano y más detalle en zonas oscuras.
Foto nocturna (con trípode)
Malo sería si alguno falla en esta. Si te haces con un pequeño trípode para el móvil tendrás unos resultados espectaculares.
Foto sin luz (con trípode)
El pasillo de una muralla medieval casi en la oscuridad. Solo entra luz por un puñado de aspilleras. Es una foto casi imposible para un móvil.
Foto en movimiento I (una sola foto)
¿Qué mejor para probar la fotografía en movimiento que una atracción de feria girando a toda velocidad? Los tres móviles funcionan muy bien en este apartado.
Foto en movimiento II (ráfaga)
Es la misma situación, solo que tomando una ráfaga larga de alrededor de 60 fotos. Eso permite seleccionar el encuadre más adecuado. Los resultados son excepcionales con el P20 con el claro ganador. Un detalle: ninguno de ellos acierta al seleccionar la imagen que muestra como portada de la ráfaga. Es siempre mejor seleccionarla manualmente.
Modo retrato (a pulso)
Para nuestra prueba de retrato hemos seleccionado una modelo que no se mueva (la única que había en casa a esa hora). El S9+ tiene la ventaja de poder ajustar el desenfoque, pero el resultado del Pixel 2XL... ¡Mon dieu! La fotografía computacional gana otra vez.
Modo macro
El Pixel 2XL se lleva esta categoría con un matiz: le cuesta fotografiar algo muy de cerca si además se está moviendo. En eso gana el Huawei P20.
Selfies
Para la prueba de Selfies hemos elegido el atardecer. Tratar de hacerme un selfie en el baño con una luz horrible y poniendo morritos de pato probablemente es más de lo que esta comparativa puede soportar sin implosionar.
Conclusiones
Me resulta muy difícil optar por un ganador. Si tengo que elegir a la fuerza me quedo con el Galaxy S9 por su versatilidad. A continuación un pequeño resumen de los tres:
Google Pixel 2XL
Es el más consistente a la hora de sacar los colores más naturales y realistas en todas las fotos. El uso de redes neurales para detectar caras en retratos o calcular la exposición realmente pesa y mucho. Es el mejor en paisaje, modo macro y retrato. ¿El problema? Solo tiene una cámara al fin y al cabo, y cuando llega la noche al sensor le cuesta mucho tomar buenas fotos. Hace mucho grano y el nivel de detalle cae en picado respecto al de sus rivales. Tampoco es el mejor en fotos en movimiento. Es un teléfono perfecto para los amantes de la fotografía en modo manual, y para los maniáticos del naturalismo como yo. No para alguien que busca sacar fotos sin preocuparse. No dejo de pensar en qué harían los algoritmos de Google usando dos o tres cámaras.
Huawei P20 PRO
Saludad al señor de la noche, el Batman de los smartphones. El P20 destaca de una manera espectacular en fotografía nocturna, y en fotos en movimiento. Los resultados de noche o con baja luz son mas naturales y cercanos a la realidad que los del S9, y con mejor detalle que el Pixel 2XL. Por otra parte, las ráfagas que dispara han sido todo un descubrimiento. Todas las fotos de la ráfaga estaban nítidas. ¡Todas!
No todo es positivo. El hardware del P20 es deslumbrante, pero el apartado de programación no lo es tanto. Durante el día (o con mucha luz) El Huawei P20 PRO aplica un procesado de color que es una salvajada. No es que maquille un poco las imágenes. Es que las disfraza como a una bailarina balinesa en plena función. El contraste es excesivo, la saturación es excesiva, el HDR es excesivo... Las fotos quedan poco naturales y se pierde mucho detalle en las sombras por el exceso de contraste. Los amantes de las fotos realistas se llevarán las manos a la cabeza, pero no faltarán los que vean en el P20 la excusa perfecta para hacer fotos espectaculares sin esfuerzo, aunque no sean muy reales.
Samsung Galaxy S9+
El S9+ maquilla bastante las fotos y tiene la mala costumbre de convertir la noche en día, pero es el que ha mostrado más consistencia de una prueba a otra. Su modo automático es increíblemente rápido, está lleno de opciones guiadas muy fáciles de usar, y en general ayuda a que las fotos más complicadas (escenas con mucho contraste y fotos nocturnas) queden resultonas. No es que saque las mejores fotos en sentido estricto (no siempre), pero su cámara es sin duda la más amistosa de los tres con el usuario.
¿Quién decide si una foto es buena o no?
Llevo toda la comparativa pinchando a Huawei porque sus fotos están sobreprocesadas y las del Pixel 2XL son mucho más naturales, pero ¿son por ello peores? Si no os hubiera dicho nada sobre sobre cuál de ellas es la que más se aproxima a la realidad, muchos elegiríais las fotos sobreexpuestas o coloreadas del P20 como las mejores sin discusión.
Eso nos lleva a terminar con una pregunta: ¿quién decide si una foto es buena o no? Respuesta corta: tú y solo tú. Las redes sociales nos han sumergido en una competencia ridícula y estúpida por lograr la foto con más likes, pero esos likes no los otorga un jurado de fotógrafos famosos, sino los demás usuarios, que tienen tanta idea de lo que hay que premiar o no como tú y yo. En otras palabras, si crees que Instagram premia la calidad de una foto, es que no has entendido Instagram. Ahora elige el móvil que más te guste, sal ahí fuera y diviértete.
Si has llegado hasta aquí, muchas gracias por leernos y, como dicen por ahí: Sorry for the long post. Here’s a potato (una patata de un millón de euros nada menos. La fotografía es un arte, y el arte es ese mundo de sinvergüenzas).