A la hora de frenar sobre mojado, los neumáticos baratos son un 5% menos eficientes. Parece poco, pero puede ser la diferencia entre evitar una colisión o no. En suelo seco, el peor problema es que los neumáticos baratos perjudican el equilibrio entre las ruedas y hacen que el automóvil sea más difícil de controlar, y la conducción sea más tensa.

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El veredicto es definitivo. Si te gusta la conducción deportiva o te preocupa la seguridad en climas lluviosos, los neumáticos de bajo presupuesto no merecen la pena. Si tu presupuesto es limitado, mejor limita la velocidad y no hagas maniobras bruscas. [Tyre Reviews vía The Garage]