
El año pasado Creality ya nos sorprendió con el lanzamiento de la Halot One Plus, una impresora 3D con un tamaño exterior idéntico al de las impresoras de resina más pequeñas, pero con un espacio interno absolutamente espectacular. Pero hemos llegado a 2022 y los fabricantes se han puesto serios con el tamaño. La tendencia este año es a impresoras cada vez más grandes y con mayor resolución, y la respuesta de Creality a eso se llama Halot Ray.
La Halot Ray no es la típica impresora para aficionados que quieren imprimir minis de Warhamer de vez en cuando. Su descomunal espacio interior (198 x 123 x 210mm) se traduce en un exterior bastante voluminoso reservado a los que tengan mucho espacio en el despacho o a los profesionales de la impresión 3D. La máquina se asemeja a un hermoso monolito azul que mide 42 x 39 x 68cm y pesa 14,3 kilos. Si te parece mucho es porque no has visto aún la Anycubic Photon M3 Premium, que es más alta y mucho más pesada. En breve te ofreceremos un análisis pormenorizado de ese otro modelo, pero de momento centrémonos en la belleza que tenemos entre manos.
A nivel de diseño la Halot Ray ha mejorado algunas cosas. El tornillo del eje Z es mucho más grueso, algo realmente bienvenido teniendo en cuenta que va a tener que sujetar piezas grandes y pesadas. Lo raro es que no haya heredado el doble eje Z de la Halot One Pro, que para mi gusto es el método ideal.
El segundo detalle que personalmente me ha alegrado el día es que Creality ha recolocado los tornillos de fijación del depósito, que ahora están centrados y pueden retirarse completamente para limpiar la cubeta con mucha mayor comodidad que en la Halot One Plus. Por cierto, si te interesa una impresora más pequeña tienes aquí nuestra review de la Halot One Plus.
Las Creality tienen además el detalle de que el transformador es interno, por lo que no hay que lidiar con enormes ladrillos colgando del cable como en otras marcas. Externamente el acabado azul de la campana protectora de las Halot me parece una preciosidad. El único problema de construcción que le he encontrado es precisamente que en la Halot Ray esa campana encaja entre unas pestañas en la base y no es fácil acertar a la primera.
La Halot Ray tiene un filtro de carbón destinado a mitigar los olores de la resina, pero no he encontrado manera de desmontarlo, lo que es un detalle raro. Un filtro fácilmente extraíble o incluso modular hubiera sido mucho más conveniente, sobre todo teniendo en cuenta que tarde o temprano habrá que limpiarlo o reemplazarlo.

El depósito, por cierto, admite hasta un litro de resina. Sí, has oído bien. Puedes meterle a esta máquina una botella entera de las grandes y quedarte tan ancho. Personalmente me parece una barbaridad, pero es la respuesta lógica, simple y práctica al alimentador automático de resina la Anycubic Photon M3 Plus. ¿Para qué quieres un complejo alimentador teniendo un depósito como este? A menos que estés intentando forzar la máquina adrede es prácticamente imposible que se te acabe la resina con la Halot Ray.

La Halot Ray tiene una pantalla de 9,25 pulgadas que imprime con una resolución de 6K (5760 x 3600 píxeles). Su volumen de impresión es de 198 x 123 x 210mm. Es un salto gigantesco si lo comparamos con la Halot One Plus, que pese a su pequeño factor de forma estaba dotada de una impresionante resolución de 4320 x 256o para un volumen de impresión de 172 x 102 x 160mm. En términos de resolución, y si el modelo tiene la calidad suficiente, esto significa que podemos imprimir con una precisión de 0,03mm en lugar de los 0,05 habituales de las impresoras de resina 4K.
A fecha de esta review no hay parámetros oficiales para la resina con esta impresora, así que para nuestras pruebas comenzamos usando los parámetros de lo más parecido que hay en el mercado, que es la Halot Sky CL-89 de 2021, pero con la resolución a 0,03mm. La resina usada fue la Creality UV Sensitive Resin lavable al agua.

No hicieron falta pruebas con el fantástico archivo de calibración creado por 3D Resin Solutions. Logré alcanzar el punto dulce para esta resina a la primera con 2 capas de exposición inicial a 50 segundos con 2,3 segundos de tiempo de exposición, 8mm de distancia de retracción, 3mm/s de velocidad del motor y 4 segundos de demora en apagado.
La parte más insólita es que estos mismos parámetros sirven igualmente con la Photopolymer Resin Ceramic Grey de Elegoo, una resina lavable al agua que me ha causado no pocos problemas al imprimir con impresoras Anycubic hasta el punto de que me obligó a aumentar tanto los tiempos de curado como los de retracción. La Halot Ray trabaja con la resina al agua Elegoo igual de rápido que con la de su propia marca, aunque me gusta más la Creality porque es menos viscosa a la hora de limpiar.
Por supuesto, estos son los parámetros típicos de las resinas al agua. Las resinas con base alcohol pueden curar algo más rápido y permitir tiempos de impresión levemente más bajos con la limpieza con alcohol como precio a pagar en postproducción. La elección entre uno u otro solvente suele estar más en del lado de la resistencia de los materiales que de los tiempos de impresión.

Hay que hacer notar una cosa, y es que hay muy pocos modelos 3D preparados para una resolución de 0,03mm. La mayoría están a 0,05, lo que significa que va a dar exactamente igual que los imprimas a una o a otra. El resultado será idéntico. La buena noticia de esto es que la impresión a 0,05 es sensiblemente más rápida. El espectacular modelo de Ranni (el personaje de Elden Ring) creado por Jukka Seppänen tarda 8 horas y 17 minutos en imprimir a 0,03. El tiempo con una resolución de 0,05mm es de solo 4 horas y 59 minutos. Por cierto, puedes descargarlo en MyMiniFactory.

Calidad de impresión suprema
La calidad de impresión de la Halot Ray es sencillamente fantástica. No es solo que reproduzca cada detalle hasta un tamaño ridículamente pequeño. Es que en en el tiempo que la he probado no me dado ni un solo error (o, mejor dicho, solo uno menor y fue culpa mía). Esto es algo bastante insólito teniendo en cuenta que normalmente hacen falta varias pruebas y errores para dar con el punto perfecto de una impresora nueva. En este caso la Halot Ray ha demostrado ser un todoterreno con una capacidad asombrosa para imprimir sea cual sea la experiencia del usuario.
El secreto de esa calidad está en el tipo de iluminación ultravioleta que lleva en su interior. En lugar de una rejilla de LEDs UV bajo la pantalla apuntando en paralelo a esta, la Halot Ray tiene un espejo que refleja la luz procedente de 25 LEDS. situados en un lateral. El sistema se llama Integral Light Source y recuerda un poco al de las cámaras reflex. Aparte de la Ray, podemos encontrar el mismo tipo de iluminación en las Halot One Pro y Halot One plus.

Su ventaja es que produce una iluminación mucho más uniforme que la de los LED dispuestos en paralelo a la pantalla. El resultado de esa uniformidad puede verse en el fantástico archivo de impresión creado por 3D Resin Solutions. El archivo está pensado para que algunos de sus detalles no se reproduzcan bien si la impresora o su resina están mal calibradas. Pues bien, la foto bajo estas líneas es lo que sale cuando imprimes ese archivo nada más sacar la impresora de la caja. Perfecto en cada detalle.

Para mi segunda prueba imprimí una parte de los archivos que forman el pomo de una espada. La razón de elegir esos archivos y no otros es que los he creado yo mismo y conozco sus dimensiones y tolerancias a la micra. Esas tolerancias son especialmente importantes porque las piezas están diseñados para albergar componentes estándar de electrónica.
De nuevo, éxito a la primera y una conclusión: la Halot Ray y su resolución 6K son ideales si lo que necesitas es mucha precisión a la hora de imprimir piezas (como en el caso de ortodoncistas). Las piezas encajan como un guante con unas tolerancias tan ajustadas como 0,02mm. En un post que explica el sistema Integral Light Source, Creality asegura que la tecnología eleva la fidelidad entre el modelo 3D y el resultado final que sale de la impresora hasta un 99,73%. Tras mis pruebas no puedo sino darles la razón.

Para la última prueba decidí imprimir la figura de Ranni sin soportes. Tras solo cinco horas estaba lista y el único error fue algo de deformación en la parte de trasera de la capa producto de no haberle hecho agujeros de drenaje. Me sigue maravillando la capacidad de la Halot Ray de imprimir lo que le eches sin importar lo a lo bruto que le des los archivos. Cualquier otra impresora se hubiera puesto digna y hubiera dejado poco más que un charco endurecido en el fondo de la cubeta.


Es difícil fotografiar los detalles de la figura teniendo en cuenta que apenas mide 8cm de alto, pero la Halot One reproduce consistentemente partes tan pequeñas como la cicatriz del ojo izquierdo, los pliegues de la túnica, o los cordones de la blusa. Recordemos el detalle de que se ha impreso a lo bestia y sin soportes.
El ruido medio de la Halot Ray durante su funcionamiento oscila alrededor de los 52 decibelios con picos de 70 (cuando funciona el motor) medidos a escasos centímetros de la impresora. Se puede dejar de noche con la puerta cerrada y ni te enterarás de que está ahí.
Halot Box, cada vez mejor
Soy un fan de Lychee Slycer, pero confieso que Halot Box cada vez me gusta más. El software de slicer que viene con las Creality ha ido puliendo su interfaz más y más y lo cierto es que cada vez me encuentro más cómodo usándolo. Aún hay pequeñas funciones que se le escapan, como la posibilidad de editar individualmente los soportes automáticos. También tiende a quedarse corta cuando aplica soportes automáticos, pero esto es algo que hacen prácticamente todos los slicers.

Halot Box ofrece toda la funcionalidad que puedes necesitar sin bombardearte con funciones supuestamente inteligentes que al final no solucionan nada. La aplicación solo tiene dos de esas funciones, y ambas son realmente útiles. La primera es un sistema de detección y corrección de fallos en los modelos 2D que se activa nada más abrir un archivo. La segunda función permite cortar y separar modelos grandes en varias piezas.

Además, se da la circunstancia de que Halot Box es la única forma de enviar archivos usando la conexión wifi de la máquina, algo que sencillamente es demasiado conveniente como para dejarlo pasar. Cómo viene siendo habitual en las Creality de última generación, hay cuatro maneras de imprimir archivos con la Halot Ray. La primera es crear el archivo con la extensión .cxdlp desde Halot Box y guardarlo en una memoria USB que luego conectaremos en el lateral de la impresora. La segunda es hacer lo mismo, pero enviando el archivo por wifi.

Finalmente, podemos seleccionar alguno de los modelos disponibles en el repositorio de Creality Cloud e imprimirlos. Esto se puede hacer desde Halot Box, desde la app Creality Cloud para iOS y Android, y desde la propia impresora si hemos activado la conexión wifi. Por cierto, vincular la impresora a nuestra red de casa es un proceso tan sencillo como en un móvil Android. Cosa de seleccionar la red e introducir la clave. Para conectar la impresora al servicio Creality Cloud solo necesitamos instalar la app en el móvil y escanear un código bidi.
La app para móviles Creality Cloud también permite imprimir directamente desde el teléfono, aunque las opciones para ello son algo limitadas y me sigue gustando más hacerlo desde el PC porque permite un control más preciso de los parámetros de impresión. Sin embargo, operar desde el móvil permite algunas funciones interesantes como actualizar el firmware de las impresoras conectadas o comprobar el estado de cada impresión en tiempo real.

Una impresora para amateurs y profesionales
La Halot Ray es la impresora de resina más fiable y cómoda de usar que he probado en todo el año, y no porque sus menús sean más fáciles o claros, sino porque su tecnología sencillamente funciona. La calidad de los modelos que saca esta máquina no solo es estupenda, es que además es extremadamente fiel a las dimensiones y tolerancias de cada objeto.
Lo que es un requisito para usuarios profesionales se convierte aquí en una delicia para los aficionados que simplemente quieren imprimir las cosas bien y a la primera. La Halot One no bate ningún récord de resolución o volumen de impresión, pero su fiabilidad la hace recomendable incluso por encima de otras Halot más pequeñas y asequibles. Hace cuatro años compré una Creality Ender 3 Pro y sigue funcionando a la perfección. Si la Halot Ray ha heredado algo de esa fiabilidad no puedo por menos que recomendarla.
En resumen
- La Halot Ray no es barata (669 dólares) pero es tan versátil y fiable que merece la pena.
- Su sistema de impresión obtiene modelos más cercanos al archivo original, lo que la hace ideal para ingenieros o profesionales que trabajan con réplicas 3D como los ortodoncistas.
- Es muy rápida y su volumen de impresión (198 x 123 x 210mm) admite piezas realmente grandes.
- Se puede usar por USB, wifi, o subiendo los archivos a la nube de Creality.
- No es excesiva, pero necesitarás cierto espacio para ponerla en la mesa.