El resultado, como vemos en la pieza visual, es una diferencia notable a todos los niveles: agarre del terreno, deslizamiento de las ruedas en los giros y, muy importante, tiempo de frenada, donde se puede apreciar la principal diferencia y quizás el mayor peligro en carretera con abundancia de nieve o hielo. Como explican desde Tire Rack:

Incluso si tu vehículo tiene tracción a las cuatro ruedas o tracción total, son sus llantas las que proporcionan la tracción real. Cuanta más tracción de los neumáticos tengan estos sistemas para trabajar, mejor. Así se aprecia en la pista del hielo de hockey.

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Por tanto, si vivimos en lugares con climas extremos, en este caso con un invierno severo, deberíamos considerar el cambio a neumáticos de invierno incluso aunque el vehículo tenga tracción total y los neumáticos sean para todas las estaciones (como en el vídeo). [Tire Rack]