Los ciudadanos de Arabia Saudita probablemente no se acuerdan de la última vez que fueron al cine. De hecho, las proyecciones estaban prohibidas desde hace 35 años. Sin embargo, el veto se ha levantado después de más de tres décadas. La película de los Emoji ha terminado con años sin séptimo arte.
Lo cierto es que el momento histórico en Arabia Saudita se inició este fin de semana, cuando comenzaron a proyectar películas animadas en una sala improvisada, después de que se levantara esa prohibición de hace 35 años.
Para la mayoría de los cines que podrán abrir a diario el pistoletazo de salida será en marzo, todo ello como parte de un proceso de reformas a las libertades de los ciudadanos que ya ha abierto también la puerta a conciertos, teatros y mujeres conductoras (sí, aunque suene surrealista) durante el año pasado.
Por ahora, las autoridades están patrocinando cines temporales administrados por el estado y equipados con un proyector, una alfombra roja y una máquina de palomitas de maíz. Según Mamdouh Salim, el hombre que está organizando estas sesiones:
Hasta ahora no hay infraestructura para cines, por lo que estamos tratando de aprovechar los lugares alternativos para aproximarnos a la experiencia cinematográfica. Tratamos de utilizar estas películas como un punto de partida de la primera proyección cinematográfica después de la decisión del 11 de diciembre de permitir salas de cine.
Para aquellos que no lo sepan, los cines fueron prohibidos a principios de la década de 1980 bajo la presión de los islamistas, cuando la sociedad saudí se volvió hacia una forma de religión particularmente conservadora que desalentaba el entretenimiento y la mezcla en público entre hombres y mujeres. Las reformas lideradas por el príncipe heredero Mohammed Salman, de 32 años, han aliviado muchas de esas restricciones, ya que el gobierno trata de ampliar la economía y disminuir su dependencia del petróleo.
En cuanto a ese momento histórico, el primer film que ha visto la luz tras la prohibición de tres décadas, ha sido, contra todo pronóstico, Los Emoji: La película, que aunque no se puede decir que sea muy buena (es un absoluto desastre), sí supone una apertura y tiene un valor simbólico más allá de su nula calidad artística.
Tras la película de Sony aparecerán muchas más, un proceso por el que las autoridades esperan abrir 300 salas con 2.000 pantallas para 2030, y la construcción de una industria que espera contribuir con más de 24 mil millones de dólares a la economía, además de crear hasta 30.000 puestos de trabajo permanentes. [Reuters]