
“Las posibilidades son increíbles con esta propiedad”, dice el anuncio de House of Brokers, y lo cierto es que es una frase muy común en la venta inmobiliaria. Lo que no es tan común es que esas “posibilidades” incluyan hasta 9 celdas que conforman una prisión privada en el sótano de la casa en venta.
Lo normal cuando uno está buscando casa para comprar es fijarse en la ubicación de la vivienda, el número de habitaciones, los baños o el estado de la arquitectura. En este caso, la inmobiliaria busca un cliente que también aprecie una cárcel funcional adjunta a la casa, preferiblemente en el sótano.
Se trata de una vivienda que ha aparecido en el mercado inmobiliario de Missouri. Una propiedad victoriana revestida de ladrillos en la ciudad de Fayette que acaba de salir al mercado por 350.000 dólares y que incluye entre sus características una puerta de metal que conduce a la cárcel en el sótano.
Por las imágenes ya se intuye algo extraño. Las fotos muestran el contraste entre la luminosidad y el relajante esquema de la casa y los grises sombríos de las instancias bajo el suelo.
La historia de esta vivienda se remonta a 1875. Sus escrituras hablan de una casa y cárcel de un alguacil que luego se sometió a una extensa renovación en 2005, una reforma de 1,5 millones de dólares.
Como explica Jeffrey Radel de House of Broker Realty tras subir el anuncio a la web Realtor: “¡¡ESPERE hasta que llegue a la foto # 30 !! Una casa y cárcel de 1875 del alguacil del condado de Howard. ¡¡Una oportunidad extremadamente única!!”
La imagen 30 a la que se refiere es, por supuesto, el momento en que la casa familiar da un giro dramático como vemos en las imágenes de arriba. Siguiendo la descripción de la casa, Jeffrey agrega:
LA MEJOR PARTE, conectada a la casa hay una cárcel legítima de 2500 pies cuadrados con 9 celdas, sala de reserva y 1/2 baño. Las cerraduras de la puerta de la celda parecen estar operativas. Sótano completo debajo de la casa con iluminación en todas partes. Las posibilidades son increíbles con esta propiedad.
Esa última frase de Jeffrey casi da más miedo que la propia vivienda. Para evitar malentendidos, el hombre le contó al medio TMZ que no estaba fomentando el uso de una prisión privada, sino más bien un espacio único que podría usarse para, por ejemplo, catas de vino, fiestas o simplemente reformarlo por completo. [TMZ, House of Broker Realty, Realtor]