Investigadores canadienses han analizado cientos de fotos envíadas por particulares y han llegado a una preocupante conclusión. Las viudas negras, unas arañas cuya picadura puede ser terriblemente dolorosa, están migrando a regiones cada vez más al norte.
La revista PLOS ONE ha publicado un mapa actualizado con la distribución de arácnidos por especies. Las viudas negras han ampliado su territorio 50 kilómetros hacia el norte respecto a dónde se hallaban hace cincuenta años. La razón que sospechan los científicos no es otra que el cambio climático. Las temperaturas son la auténtica frontera que delimita dónde pueden vivir las arañas y dónde no.
Los mapas de distribución de especies suelen elaborarlos biológos que trabajan sobre el terreno, pero este método es tedioso, lento y a menudo produce resultados incorrectos. Para saltar este obstáculo en la metodología, un equipo de las Universidades de McGill y Montreal dirigido por Yifu Wang aprovechó una fuente de información a menudo menospreciada: los aficionados con smartphones.
La colaboración ciudadana ha sido crucial para nuestro proyecto de modelar la distribución de las arañas sobre el mapa. A la gente le entusiasma fotografiar especies que nunca han visto, y esa información ha contribuido de manera muy significativa a nuestra investigación y a la manera en la que hacemos ciencia.
El equipo de Wang ha empleado herramientas de modelado de datos para eliminar los avistamientos dudosos o cuestionables de una enorme base documental que se remonta a 1960. Los datos obtenidos por aficionados comienzan hacia 1990. Toda la información se contrastó con los mapas disponibles de dos arañas: la viuda negra y una especie de tarántula atípica, la Sphodros Niger.
El territorio de las viudas negras se ha extendido hacia el norte, alcanzando zonas de Ontario y Quebec. Lo mismo ocurre con las otras arañas. En ambos casos la temperatura es crucial. Las viudas negras necesitan altas temperaturas los tres meses más cálidos del año. Las tarántulas necesitan que los tres meses más fríos no bajen de una determinada marca. Los investigadores culpan directamente al cambio climático como el causante principal de esta extensión.
La ampliación del territorio de las viudas negras supone que los profesionales de salud tienen que estar preparados para casos de mordedura que probablemente sean nuevos para ellos. Las viudas negras gustan de anidar entre objetos como macetas y se muestran agresivas su una persona toca sus telas.
Las viudas negras son fáciles de identificar. Todas ellas llevan una mancha con forma que recuerda a un reloj de arena y marcas blancas en la espalda. Pueden encontrarse en zonas tranquilas con maleza como vallas o pilas de troncos. También gustan de frecuentar espacios cerrados de jardín como retretes de campo o cobertizos.
El CDC explica que la picadura deja dos marcas características y produce un intenso dolor en la zona que rápidamente se extiende a abdomen, pecho y todo el cuerpo. La picadura no es mortal en adultos, pero causa un dolor extremo acompañado de contracciones musculares que requieren asistencia médica. En caso de picadura se recomienda no intentar extraer el veneno, Limpiar la herida con agua y jabón y mantener elevada la zona si es posible.
Los investigadores además creen que el nuevo territorio de las viudas negras probablemente sea mayor. La hipótesis es que seguramente alcance 50 kilómetros más al norte y alcance la zona de Montreal, aunque de momento no ha habido avistamientos allí. Wang y su equipo barajan ahora poner en marcha una plataforma con la que llamar a los aficionados a la vida salvaje a fotografiar arañas y remitir sus datos para tratar de hacer el mapa de distribución lo más exacto posible. Si descubres una araña que no conoces, la mejor manera de identificarla es tomando fotos de ella desde diferentes ángulos suando el zoom. No es buena idea acercarse a ellas. [PLOS One vía CBC]