Aquí tienes algo de material extra para tus pesadillas: En un informe de caso publicado esta semana, un grupo de científicos dice que han encontrado una nueva especie de gusano redondo que es capaz de infestar nuestro cerebro, uno que normalmente ataca a las serpientes. El descubrimiento se hizo cuando extrajeron un gusano vivo de La cabeza de una mujer australiana durante la cirugía. Afortunadamente, la invasión parasitaria de la mujer parece haber sido tratada con éxito.
El horrible cuento médico fue detallado en un papel publicado Lunes en la revista Emerging Infectious Diseases. Según el informe, la mujer de 64 años fue hospitalizada por primera vez a principios de 2021 con síntomas de dolor abdominal duradero y diarrea, así como tos seca y sudores nocturnos. Las pruebas iniciales encontraron signos de neumonía (inflamación pulmonar) y lesiones a lo largo de su hígado y bazo, pero no pudieron identificar un culpable claro de su enfermedad, como una infección bacteriana o cáncer.
Le diagnosticaron neumonía relacionada con la acumulación de eosinófilos, un tipo de glóbulo blanco, y finalmente le dieron el alta y le recetaron esteroides. Aunque el tratamiento pareció ayudar un poco, la mujer fue hospitalizada nuevamente al mes. Las pruebas mostraron que su cuerpo estaba todavía produciendo más eosinófilos de lo normal, lo que puede poner en peligro la vida si no se maneja adecuadamente, pero nuevamente, no pudo encontrar ninguna causa en cualquiera por qué esto sucedía. Le diagnosticaron síndrome hipereosinofílico y continué tomando esteroides.
La salud de la mujer mejoró durante un tiempo e incluso comenzó a dejar de recibir tratamiento. Pero a principios de 2022 comenzó a a experimentar un empeoramiento de la depresión y problemas para recordar cosas. Las resonancias magnéticas revelaron una lesión en su cerebro. En junio, sus médicos decidieron realizaron una biopsia (recogiendo una muestra de tejido para examinarla) y fue entonces cuando hicieron el impactante hallazgo: literalmente, nematodo rojo vivo desde dentro de la lesión que medía aproximadamente tres pulgadas de largo.
Si bien son poco comunes, existen varias especies conocidas de gusanos que pueden causar infecciones cerebrales en humanos. Pero el color distintivo de la criatura lo dejó claro. a los científicos que esto no era un típico gusano cerebral. Pronto identificaron su espécimen como una larva de tercer estadio de Ophidascaris robertsi, un gusano redondo parásito visto en pitones alfombra, serpientes que se encuentran en toda Australia y regiones vecinas. Las pruebas genéticas confirmaron su sospecha, lo que la convierte en la primera Un caso documentado de una infección cerebral humana causada por este gusano en particular.
La mujer informó que no tuvo contacto directo con pitones alfombra, pero sí vivía en un área de lago que se sabe que las tiene. Sus médicos también tenga en cuenta que ella rutinariamente recolectaba vegetación alrededor de su casa para usarla en la cocina. Tienen la hipótesis de que ella comía directamente huevos de lombrices de estos verduras o estuvo expuesta a ellas a través de sus manos contaminadas o los utensilios de cocina utilizados para preparar la comida. Sus síntomas iniciales progresivos también sugieren que los gusanos se habían extendido a múltiples órganos, dicen los autores. Irónicamente Suficientemente, su tratamiento posterior con esteroides podría haber permitido que la infestación eventualmente llegara a su cerebro al suprimir su sistema inmunológico.
Estos infestaciones de gusanos A menudo no causan síntomas visibles y tienden a desaparecer por sí solos sin necesidad de tratamiento. Los propios gusanos pueden No madura hasta convertirse en adulto y eventualmente muere. Sin embargo Las infestaciones graves generalmente requieren medicamentos antiparasitarios para evitar que los gusanos vivos causen más problemas.
En este caso, los médicos no encontraron más evidencia de gusanos en el cerebro de la mujer. Pero para erradicar cualquier invasor que quedara en su cuerpo, le dieron medicamentos antiparasitarios, junto con un tratamiento menos intenso de esteroides (la muerte de los gusanos puede desencadenar una respuesta inmune excesivamente entusiasta). Meses después de su cirugía y tres meses después de que se le redujeran gradualmente los esteroides, sus niveles de eosinófilos habían vuelto a la normalidad. Desafortunadamente, el estado neuropsiquiátrico de la mujer Los síntomas habían mejorado pero no se habían recuperado completamente en ese momento.
Los gusanos cerebrales de cualquier tipo no son muy comunes. Pero este incidente refleja lo que puede suceder cuando los humanos entran en contacto con animales salvajes. y sus parásitos, dicen los autores. Y es probable que existan otras especies actualmente desconocidas de lombrices intestinales que puedan llamar a nuestra cerebro en casa, advierten.
“En resumen, este caso enfatiza el riesgo continuo de enfermedades zoonóticas a medida que los humanos y los animales interactúan estrechamente”, escribieron. O. robertsi Los nematodos son endémicos de Australia y otros Ofidascaris Estas especies infectan a serpientes en otros lugares, lo que indica que pueden surgir casos humanos adicionales a nivel mundial».
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